Di «NO» al postureo en las redes sociales
Desde Canarias arranca una campaña para sensibilizar contra la influencia que ejerce el postureo en las redes sociales.
Desde hace unos días y a través de la etiqueta #postureo0 podemos encontrar información relativa a un movimiento social recién arrancado que denuncia el fenómeno del postureo en Internet. Lo que puede parecer tan inocuo como ver fotografías bonitas en Instagram, hace mella en todos nosotros, pero en el caso de niños y adolescentes puede convertirse en una forma de presión social hacia estilos de vida y cuerpos inalcanzables para la inmensa mayoría.
La artífice de esta llamada de atención al modo en que niños y jóvenes se hacen emocionalmente dependientes de los “likes” que reciben en redes sociales ha sido Amalia M. Fajardo. Esta joven escritora alerta también sobre la influencia negativa que les produce la presión hacia la belleza y la felicidad reflejadas por los demás en el entorno digital.
Para combatir una tendencia que parece imparable, el pasado el pasado 15 de marzo estrenó su proyecto ‘Postureo Cero. Tú sí eres real’ en un evento respaldado por el Cabildo y la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En esta convocatoria, de marcado carácter reivindicativo, tuvo lugar también el singular desfile ‘Tú sí eres Real’, donde fueron bienvenidas todas las imperfecciones habitualmente ocultas en el postureo del Social Media.
Según explica Amalia, “este proyecto nace de la autorreflexión sobre la imagen que proyectamos en las redes sociales”. Y de él surge la necesidad de reflexionar sobre algunas cuestiones que se pusieron sobre la mesa el día de la inauguración, como la “necesidad de contarlo todo a todas horas” o de “mostrar solo la cara bonita de la realidad y de la vida”.
El postureo, un concepto que no es nuevo
Presumir es algo que se lleva haciendo todo la vida y que se puede hacer en vivo y en directo. En este último caso se refiere al hecho de “ser visto” en contextos y situaciones que puedan generar admiración o envidia en los demás, generalmente por estar asociados a lugares o a fenómenos de moda en determinado momento. Por tanto no puede decirse que sea precisamente nuevo. Así y todo, el concepto de postureo en sí mismo y en nuestros tiempos, está más que nada asociado a Internet, por ser la forma de ostentar más típica y fácil de llevar a cabo en el día a día.
Parte de la simplicidad para “posturear” realidades idílicas materializadas en imágenes de -por ejemplo- viajes de ensueño o de restaurantes caros es, precisamente, la facilidad para falsear dichos escenarios a través de filtros o retoques. Esto es algo bastante habitual y prueba de ello es la cantidad de Apps que proliferan para editar el selfie perfecto.
¿Por qué puede hacer daño el postureo de los demás?
Aunque el éxito del vecino no tendría porqué afectarnos, lo cierto es que sí nos afecta. Éso sí, lo hará en mayor o menor medida en función de nuestros propios recursos y fortaleza psicológica, algo con lo que no cuentan los adolescentes, quienes todavía están conformando su personalidad en ese limbo entre la niñez y la edad adulta. Por eso mismo los jóvenes son especialmente vulnerables al efecto más negativo del postureo en Internet.
El visionado de cuerpos perfectos y vidas de ensueño ejerce una gran presión en el adolescente, que contrasta lo que ve con lo que vive él mismo, sintiéndose decepcionado por lo que tiene y por lo que representa ante los demás. Como consecuencia, el joven sentirá cierta envidia y deseo de pertenecer él también a esta nebulosa de perfección a la que muy pocos tienen acceso.
Instagram: la red social más proclive al postureo
Instagram es la red social con más éxito entre los jóvenes. Tal vez por eso mismo es la red social que más les engancha pero también afectada por males como el ciberbullying y el postureo. Por esta razón es muy importante supervisar la actividad de los niños en redes sociales, comenzando por respetar el acceso sólo a partir de los 13 años. Instagram pone a disposición de los progenitores información sobre el uso apropiado de su red social a través de una guía para padres. Puedes acceder a la guía aquí y pasarla al español en el desplegable mostrado abajo del todo a la izquierda.
¿Qué podemos hacer los padres?
Es importante hablar de ello con los niños, haciéndoles entender la falsedad de la mayoría de esas imágenes. Y nada mejor que hacerlo con el ejemplo, haciendo nosotros mismos alguna foto y trucándola para mejorarla y volverla “maravillosamente instagrameable”. Además, se les puede insistir sobre estos temas:
- El trabajo de los influencers consiste en postear fotos idílicas, pero éso no quiere decir que uno también tenga que lucir así o hacer esas mismas cosas.
- Las fotos con tantos “Likes” muchas veces contienen publicidad.
- La belleza y la delgadez se pueden falsear fácilmente orientando la cámara, a través de la iluminación y del uso de filtros.
- La gente oculta los sentimientos de tristeza o negatividad, y solo muestra el lado bonito de la vida, pero eso no significa que su vida sólo sea felicidad y buenos momentos.
- La persona que es feliz y lo pasa bien no necesita presumir sobre ello: se limita a disfrutar de sus buenos momentos sin perder el tiempo en compartirlo con los demás.