El verano es una época ideal para disfrutar de más tiempo libre y realizar actividades de ocio, pero también conlleva ciertos riesgos para tus dientes. Primero porque cambiamos nuestras rutinas y segundo porque las temperaturas muy altas pueden favorecer la acumulación de placa bacteriana. También potencia la deshidratación que afecta a la correcta producción de saliva, decisiva para eliminar los residuos de alimentos y bacterias. Por eso, es conveniente extremar la precaución y cuidar especialmente los dientes en verano.
Para protegernos de las caries y otras afecciones que pueden afectar a nuestros dientes, Elena Espada, responsable científica de Fluocaril en España, nos ofrece diez recomendaciones que debemos tener en cuenta para mantener nuestra sonrisa.
Cepíllate los dientes al menos dos veces al día
Acude a una revisión con tu dentista antes y programa tu revisión para la vuelta. De este modo, evitarás problemas imprevistos y podrás recuperar la rutina sin preocupaciones añadidas.
Lleva siempre contigo tu kit de higiene dental. Debe estar compuesto, como mínimo, por un cepillo de dientes y una pasta dentífrica. También son muy recomendables el hilo dental y un enjuague bucal.
Bebe suficiente agua porque nos ayuda a mantenernos hidratados y prevenir infecciones.
Utiliza protectores bucales si vas a realizar actividades deportivas de riesgo para evitar lesiones causadas por accidentes.
El agua del mar en verano es buena para nuestros dientes
Esta época es muy propicia a los productos refrescantes, pero procura moderar el consumo de aquellos que contengan gran cantidad de azúcar, ya que pueden aumentar el riesgo de caries o sensibilidad dental.
El agua de mar es beneficiosa e incluso puedes realizarte un enjuague con ella porque su salinidad reduce las bacterias. Sin embargo, ten en cuenta que el cloro de las piscinas puede dañar tus dientes.
Los labios son una parte de nuestro cuerpo especialmente sensible a las quemaduras provocadas por el sol. Por eso, es recomendable utilizar un protector solar labial con un factor de protección solar (SPF) adecuado.
Si tienes niños, no olvides que las vacaciones de verano son una oportunidad de pasar más tiempo con ellos y enseñarles la importancia de mantener unos hábitos adecuados de higiene bucal durante toda su vida.