Lo último, llega la bici para ir sobre el agua

Si motos de agua, tablas, esquís o embarcaciones de todo tipo pueden surcar por el agua, en una época de gran innovación y con nuevas y sorprendentes modalidades deportivas que se unen a las tradicionales… ¿Por qué no pensar en la bicicleta? Al fin y al cabo se ha convertido en un medio de transporte y ocio de gran aceptación entre los ciudadanos.

Eso es, al menos, lo que se debió plantear hace seis años el empresario Guy Howards Willis, quien en compañía del diseñador Roland Alonzo y bajo el auspicio de la University of Waikato de la ciudad de Hamilton, en Nueva Zelanda, comenzaron a trabajar en un proyecto que permitiera crear una bicicleta eléctrica a pedales, lo más parecido posible a una bici de carretera, y revolucionar el competitivo mercado de actividades lúdicas y deportivas realizadas sobre el agua.

Basta echar un vistazo cada verano a nuestras costas o mirar alguno de los innumerables catálogos que nos ofrecen de actividades deportivas sobre el agua, para darnos cuenta de que estamos ante un fenómeno desatado. Al margen de los tradicionales deportes de vela, remo, piragüismo o esquí acuático, nos encontramos sumidos en un montón de actividades náuticas, llenas de acción y adrenalina que más que un hobby, se ha convertido en un estilo de vida.

Surf, mantenerse en equilibrio sobre una tabla arrastrada por las olas; windsurf, deslizarse con una tabla que lleva una vela; kitesurfing, que combina surf y parapente; jetski, con motos de agua; o flyboard, volar sobre las olas propulsado por agua son algunos ejemplos de una fiebre incontrolada que busca el equilibrio entre tiempo libre y deporte.

En la idea de seguir avanzando y explorando el sector, en los próximos días será presentada la Hydrofoiler XE 1, la primera bicicleta que, a base de dar pedales, avanzaría sobre el agua, más allá de los clásicos patines que inundan cada verano las playas o distintos dispositivos de flotación portátil que hace años nos presentaban algo parecido a una bicicleta sobre inflables estructuras.

Tras años trabajando en el prototipo, los creadores y la empresa Manta 5, encargada de desarrollar el ambicioso proyecto, han logrado que la experiencia con la XE1 sea muy parecida a pedalear en una bicicleta convencional. A partir de nuestro esfuerzo en el pedaleo se pone en marcha una hélice, con un motor de 400 vatios, que permite alcanzar una velocidad de 20 Kilómetros/ hora y una autonomía en el agua de una hora, obteniendo la misma sensación que se consigue cuando marchamos con nuestra bici de carretera.

La Hydrofoiler XE1 cuenta con tres alas acuáticas o hidroalas de carbono sumergidas, un motor de 400 vatios silencioso, para no perturbar el medio ambiente marino, una hélice de nylon que se mueve a partir del pedaleo y un manillar que dirige el rumbo a modo de timón. Todo en fibra de carbono, clave, por su menor peso, para su flotabilidad y con un diseño futurista, que se pliega fácilmente para el transporte. A partir de ahí, solo necesitaremos saber montar en bici y dar pedales para poder surcar ríos, lagos y océanos, como si de una bicicleta clásica se tratara.

¿Veremos alguna vez una etapa del Tour de Francia, Giro de Italia o Vuelta a España sobre las aguas del mar? Parece algo totalmente impensable, aunque la ciencia ficción tiene el reto de hacernos creer que los avances tecnológicos que vemos, no solo son futuristas, sino que algún día podrían ser verdad. De momento la esperada bicicleta sobre el agua, ya es una realidad.