Los deportistas inundan el mundo del cómic

La ciudad de Londres se ha visto inundada estos días de fotografías y carteles de un personaje especial. Hablamos de Andy Murray, el tenista número 1 del mundo, que disfrazado de superhéroe y ataviado con los colores de la bandera británica, se mostraba preparado para desempolvar todos sus superpoderes en el histórico torneo de Wimblendon, que está a punto de comenzar.

Es la manera con la que la marca de ropa deportiva y vestimenta informal, Under Armour, con sede en Baltimore, ha querido rendir homenaje a su imagen más visible, el tenista escocés que en el año 2014 decidió abandonar adidas, para firmar un contrato de cuatro años con la empresa estadounidense por 15 millones de libras. Entonces, Murray ocupaba el puesto número 6 del mundo y comenzaba un ascenso meteórico hasta situarse hoy como el primer británico de la historia que alcanza lo más alto del escalafón mundial.

Under Armour se puso en contacto con el artista gráfico suizo, David Boller, quien ha dibujado a algunos de los héroes más conocidos internacionalmente como Spiderman o Batman, y Murray dio el gran salto de icono nacional a superhéroe extraordinario. Boller, en su deseo de convertir al deportista en un personaje de cómic, intenta reflejar sus principales virtudes en la pista: lucha, intensidad, dedicación, generosidad o esfuerzo, para adentrarse en el apasionante género de lo fantástico.

Murray ya es un personaje de ficción, algo sobrehumano, cuyas características trascienden lo deportivo para convertirse en un cuento de ilusión que pretende potenciar su imagen como ejemplo para pequeños y mayores. Pero su caso convertido en superhéroe de cómic no es nuevo en el mundo del deporte, cada generación ha producido sus propios héroes, seres extraordinarios, elegidos a la carta y que presentan cualidades con las que uno se puede identificar.

Los superhéroes deportivos están más de moda que nunca. Hace apenas unas semanas, el reconocido caricaturista argentino Pablo Martinena, que ya trabajó sobre cómics del Papa Francisco, Nelson Mandela o Maradona, en compañía del estadounidense Michael Frizell y el español Ángel Beznuy, presentaron el cómic sobre Leo Messi, un relato de las hazañas del futbolista del FC.Barcelona con el sello de la editorial Tidal Wave Production. Una biografía ilustrada en la que el astro argentino demuestra que hay que conocerse a sí mismo y luchar para alcanzar el éxito.

Cristiano Ronaldo, Neymar, Pogba, Bale, Tiger Woods, Fernando Torres o Rafa Nadal han sido otros protagonistas de un género de novela gráfica que ha calado en un vasto universo de fantasía y ciencia ficción. Todo ellos son iconos reconocibles en un nuevo concepto del superhéroe que no tiene por qué estar desfasado. Es una forma de sustituir a los inolvidables Spiderman, Iron Man, Capitán América o Superman por algo mucho más tangible, más cercano y accesible y que no sólo conquistan a los más pequeños con sus poderes increíbles, sino que captan a los mayores con gestas reconocibles. Ya no son aquellos relatos mitológicos que nos cautivaron. Los villanos son distintos, no tienen que salvar al mundo y hasta han perdido parte de la invulnerabilidad que demostraban.

Los nuevos superhéroes experimentan las mismas sensaciones que los demás, pero reaccionan con pericia, creatividad, sabiduría e inteligencia en el nuevo escenario que les asignan.

Andy Murray, como les sucede a los modernos superhéroes, alterna fortalezas y debilidades, aciertos e imperfecciones. La semana pasada perdía en primera ronda del torneo de Queens mientras anunciaba que todo el dinero que consiga en el próximo campeonato será donado a las víctimas del incendio de la torre Grenfell. Quizá los superpoderes de los nuevos superhéroes son así y superan a los de los héroes clásicos, quizá tengan un toque más humano dentro del proceso evolutivo en el difícil equilibrio entre el hombre y el mito. Algo que posiblemente haga que, muchos, nunca veamos el arte de las viñetas de la misma manera que antes.