¿Sabes el daño que hace la ropa que compras?
La moda es uno de los principales motores económicos del planeta pero también una de las industrias más contaminantes.
Si teníamos poco con ponernos al día con los nuevos hábitos de compra, ahora también debemos tener en cuenta si realmente necesitamos la ropa que compramos. Porque si analizamos los datos de la industria con frialdad, es probable que no pisemos una tienda de moda en años. En todo el mundo se venden ochenta mil millones de prendas nuevas cada año y la mitad de ellas se tiran un año después o incluso ni se llegan a usar. Unas cifras que se han multiplicado exponencialmente desde los años 80 y que no parecen tener techo.
Aunque es cierto que la moda da de comer a millones de personas en todo el planeta (un negocio de 1,3 billones de dólares en el que trabajan 300 millones de personas en todo el globo), es una industria con un coste medioambiental demasiado alto en las proporciones actuales. Al fabricar un kilo de tela se producen 23 kilogramos de gases de efecto invernadero. Globalmente, el negocio textil genera más dióxido de carbono que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinado.
El desarrollo económico en países emergentes y la búsqueda de nuevos mercados por parte de las firmas ha generado un amplio debate entre los que ven en la industria textil una seria amenaza al medio ambiente. Ya no se trata del uso de pieles naturales o no, sino de tomar medidas serias sobre la que ya es considerada como la segunda industria más contaminante del mundo después del petróleo. Algunos estudios indican que si seguimos los ritmos actuales, en 30 años las ventas totales de ropa podrían llegar a 175 millones de toneladas, convirtiendo al planeta en la mayor víctima de la moda de todas. El debate está servido…