El estilo de Melania Trump (y sus marcas fetiche)
La primera dama estadounidense adora los stilettos de Louboutin y los caros tratamientos de Nicole Bryl.
No solo su marido ha dado la campanada al convertirse en el 45 presidente de Estados Unidos. Melania también ha dejado boquiabiertos a millones de espectadores al elegir a Margerie. Así bautizó la firma Ralph Lauren Collection al modelo de mono asimétrico realizado en crepe de seda que lució la esposa de Donald Trump en su primera aparición pública tras conocerse que era la primera dama estadounidense. La prenda aún no se ha agotado y está disponible en varias tallas a un precio de 3.650 euros.
No sorprendió sin embargo que la ex modelo vistiese de color blanco ya que es su color predilecto, como los zapatos de tacón y puntera de pico. Es decir, los stilettos que luce en la mayoría de sus actos públicos en numerosos colores. Su horma favorita es la de Pigalle, modelo de Christian Louboutin tal y como nos informa el interior rojo de la suela de sus zapatos desde que se casó con Donald Trump. Hasta entonces, aunque vivía del sector de la moda ya que era modelo, no era ni mucho menos un icono de estilo como ocurre en la actualidad.
El «cambio de ciclo» en sus looks no fue inminente y no comenzó el día de su enlace. Es mejor no tener en cuenta el día de su boda, en cuestiones de estilo me refiero, porque aunque eligió un diseño de Alta Costura de John Galliano para Dior de 125.000 dólares no iba elegante. A tenor de cómo viste en la actualidad sin ningún tipo de asesoramiento de estilistas profesionales puedo pensar que en aquel momento estaba desorientada… ¿o fascinada? por lo que suponía el establishment de su futuro marido o por los dos editores de Vogue que le ayudaron en la elección. Eso sí el diseño palabra de honor sigue siendo uno de sus favoritos porque le gusta lucir hombros.
Frente a su vestido de novia recargado ella opta por looks monocromáticos y sobrios. Cortes impecables y tejidos naturales. El día en el que decía adiós a su apellido de soltera no lució ramo nupcial sino un rosario antiguo. Sorprendente decisión porque le fascinan las flores. A través de su cuenta personal de Twitter y en los últimos años lo ha dejado claro todas las semanas.
En su armario tampoco faltan sandalias de tiras finas del italiano Gianvito Rossi, los abrigos hasta la rodilla (en la campaña electoral no pasó desapercibido un Balmain camel con doble botonadura dorada que cubría el vestido blanco de Michael Kors), los vestidos pegados al cuerpo que marcan la cintura, los bolsos Birkin y las blusas de seda (la rosa ácida de Gucci ocupó no pocos titulares y la empolvada de Emilia Wickstead fue mejor valorada). El pasado mes de julio cuando vistió un modelo de la firma Roksanda que ella misma compró a través del portal Net-a-porter por algo más de 1.300 euros, horas después se agotó en la web.
Recién llegada a los Estados Unidos en 1996 (nació en la antigua Yugoslavia, hoy Eslovenia) la entonces Melania Knauss lucía una media melena morena poco cuidada. Algo que no querrá recordar ya que con el cambio de los últimos años hacia un cabello más largo de color castaño con reflejos rubios conseguidos con la técnica de balayage está mucho más estilosa y sexy (además de lucir un pelo más luminoso).
Su peluquero de cabecera es Alen M, con centros en Nueva York, Miami y Los Angeles a quien agradece a través de sus redes sociales el trabajo realizado, por lo general antes de salir a cenar en la Gran Manzana. En su neceser no faltan los productos capilares neoyorkinos Yarok, que en hebrero significa «verde». Y es que su fundador es un estilista israelí llamado Mordechai Alvow que sólo utiliza ingredientes botánicos ecológicos sin alcohol, parabenos, sulfatos y que no han sido testados en animales.
Melania Trump confiesa su predilección por los productos antienvejecimiento con vitamina C de Nicole Bryl, una línea inasequible para muchos bolsillos. Como ejemplo, el bote de agua facial cuesta 450 dólares, el exfoliante 750 y su crema corporal 1.000 $.
Su manicura perfecta 24/7 sólo es posible si es permanente. Melania siempre opta por colores neutros y suaves. En las redacciones de algunas publicaciones estadounidenses se comenta que su manicurista favorita en Manhattan es Emilie Lagmay, que conoció en el salón de Warren-Tricomi en Plaza.
Que tiemblen las it girls, influencers y similares porque en los próximos días el foco de atención estará en la Casa Blanca por la novedad de sus nuevos inquilinos. Y en cuestiones de estilo que son las que me ocupan, los grandes titulares serán para Melania. Sin duda, ella ha comenzado a ser tendencia.