¿Es su pasión? Apúntale a la escuela de skate

Al clásico monopatín ahora se le llama skate o longboard y causa furor entre las nuevas generaciones.

Patricia Peyró. 09/01/2018

Estrenando el año, los niños disfrutan enormemente configurando sus propios propósitos de Año Nuevo, generalmente relacionados con alguno de los regalos más codiciados. Entre el activo de novedades cortesía de sus majestades los Reyes Magos o del entrañable Santa Claus, muchos niños han adquirido un flamante y llamativo monopatín con el que sueñan rodar ágilmente por toda la ciudad, como lo han visto hacer en Internet. Sin embargo, no es tan fácil. ¿Por dónde empezar?

Es un clásico ver a nuestro hijo emocionado con el skate que no sabe manejar, subirse de cualquier manera, caerse a continuación haciéndose daño y ver el reflejo de la desilusión en su rostro.  Sin embargo, esto tiene una solución tan sencilla como darle unas cuantas clases con las que prevendremos las caídas, aumentaremos su motivación y estableceremos una base segura sobre la que el niño podrá practicar.

Desde los cinco años se pueden aprender nociones básicas

Los pequeños podrán iniciarse en el skateboard o el longboard a partir de una edad tan temprana como los cinco años. En estos casos se aplicarán las nociones más básicas y las técnicas de enseñanza apropiadas para su edad. Sin embargo, no pasa nada por esperar un poco. “Para el desarrollo técnico de las distintas modalidades se requiere fuerza, por lo que el aprendizaje será mucho más rápido a partir de unos diez años”.  Así lo explica Pablo Nicieza Lopez-Tapia, conocido en el mundillo como Blin, uno de los artífices del canal de Youtube, Riding Adventuresy profesor de “Patina Escuela”, en el Retiro de Madrid.

Un deporte con muchos beneficios para los niños
“El primero es que desarrolla su coordinación y equilibrio”, expresa el profesor. Pero además, no podemos olvidar el componente social de este deporte. “Se puede realizar al aire libre y en grupo, y los niños se lo pasan genial patinando y compartiendo trucos y movimientos entre ellos, o simplemente usándolo como medio de transporte”.

Aunque está claro que para aprender a patinar hay que caerse alguna vez y que los riesgos de su práctica cambiarán en función de su nivel y la modalidad que realicen, “en la iniciación los accidentes no suelen pasar de alguna herida o magulladura”, asegura el experto en Longboard. ¿La consigna para evitar caídas e ir mejorando? Practicar, practicar y practicar. “Hay que echarle horas y, al principio, lo más importante es usar el skate para desplazarse a cualquier sitio, ya que si lo llevas siempre bajo los pies se avanza mucho más rápido”.

Según la modalidad se puede practicar acrobacias y trucos o desarrollar la velocidad

Tipos de monopatín y modalidades
“El patín clásico que estamos acostumbrados a ver se llama skateboard y está destinado a hacer trucos y distintas maniobras utilizando ya sea la calle o sitios especializados como skateparks”. Dentro de este hay tres modalidades:

  • Street: Se practica en la calle o en los skateparks, jugando con los distintos módulos escaleras y barandillas.
  • Freestyle: Está modalidad se practica en flat (plano) y consiste en combinar distintas maniobras y rotaciones ya sea en movimiento o en parado.
  • Vert: Una de las más conocidas de todas gracias a su representante Tonny Hawk, se desarrolla en rampas construidas específicamente para patinar y se combinan trucos aéreos con “grinds” en la parte superior de la rampa.

Por otra parte está el Longboard, “diseñado para ser más cómodo a la hora de desplazarse”. A día de hoy el longboard ha cambiado destinando cada tipo de tabla a una modalidad distinta:

  • Dancing: Consiste en combinar distintos movimientos de pies y rotaciones del cuerpo con el giro de la tabla.  Para esta modalidad se utilizan tablas largas y flexibles.
  • Freestyle: Ha cogido muchos trucos del skateboard combinándolos con otros movientos diferentes, pero en esta modalidad no hay nada escrito y el límite está en la imaginación.  Para practicarlo se utilizan tablas medianas o cortas con “tail y nose” (las palas que hay en cada extremo de la tabla al igual que en el skateboard).
  • Freeride: Se practica en bajada y es la modalidad más parecida al snowboard, ya que consiste en ejecutar derrapes y deslizamientos mientras se baja controlando la velocidad. Se utilizan tablas completamente rígidas.
  • Downhill: Esta modalidad es la más arriesgada, llegando a coger velocidades de más de 100km/h en un monopatín.  Consiste en ir lo más rápido posible, siempre controlando y derrapando para trazar las curvas. Es necesario el uso de protecciones y equipo especializado la realización de esta modalidad.
  • Slalom: Se trata de esquivar conos haciendo zigzag en lo que suelen ser carreras cronometradas.
A las niñas les gusta especialmente el Longboard

España: referente mundial
Sorprende descubrir que el nivel de popularidad tanto del skate como del longboard aquí en España es muy alto en comparación con otros países. “España es un referente mundial tanto en skate como en longboard”, asegura Nicieza. “Todos los riders del mundo quieren venir a patinar a ciudades como Madrid o Barcelona, por lo que es un deporte cada vez más popular entre la gente joven. En países como China o Corea del Sur, el longboard ha hecho un boom y en los últimos años se ha incrementado su popularidad colosalmente, mientras que el skate es más popular en países como Estados Unidos”.

Como práctica deportiva tiene mucho que ver con otros deportes como el surf o el snowboard. En los tres casos “se desarrollan el equilibrio lateral del cuerpo, además de compartir ciertos trucos y giros”, algo especialmente acusado en el surf, al que se pueden transferir fácilmente muchas de las prácticas del longboard y del skate realizadas en tierra.

Las niñas prefieren en Longboard
Hace ya bastante que las niñas participan también del mundillo rider, en el que se huye de la discriminación por sexos y en el que, de hecho, “hay referentes femeninas de las que aprenden miles de personas”, apunta Blin. “Yo creo que se debe a que tanto el skate como el longboard son deportes en los que la gente es muy abierta y se trata a todo el mundo igual: todo el mundo patina en grupo sin importar tu sexo, religión, trabajo u orientación sexual; es un deporte en el que no hay estereotipos”.

Los Skateparks son un nuevo lugar de socialización

Una práctica en auge
“En Patina Escuela nos dedicamos principalmente a iniciación y perfeccionamiento de cada una de las modalidades, tanto a nivel particular como en grupo, ayudando a la gente a ir de manera segura y a saber circular con su patín”, explica el instructor. “Estamos introduciendo este deporte en los colegios como una actividad extraescolar. También hacemos grupos durante vacaciones y puentes para acercar este deporte a los peques mediante juegos y distintas actividades”. Para apuntar a los niños, contacta con ellos a través de su canal de YouTube o por WhatsApp en el 678 985 772.

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