Cómo superar con éxito el empacho post Navidad
Te da miedo subirte a la báscula porque sabes lo que va a pasar. Pero tiene solución.
Ha vuelto a ocurrir. Un año más, el roscón de Reyes, los polvorones, turrones, langostinos y ese cordero que hace tu madre, se han vuelto a apoderar de ti dejando tu fuerza de voluntad por los suelos. Han sido tres semanas llenas de cenas familiares, de empresa, con amigos… en las que has olvidado por completo la dieta y ahora tienes a tu amiga la báscula mirándote en el baño y preparada para echarte en cara los excesos de la Navidad. Afortunadamente, ya ha acabado todo y ahora llega el momento de volver a ser una buena chica y perder esos kilos de más. Y, tampoco vamos a engañarnos, el cuerpo nos pide una desintoxicación.
Lo primero que tienes que hacer es deshacerte de todos los turrones, polvorones, peladillas y mantecados que llevan desde diciembre en la mesa del salón. También deberías esconder todo el alcohol que tengas en casa y así evitarás la tentación de acompañar la cena con ese vino tan rico que te regalaron con la cesta de la empresa. Por el contrario, lo mejor que puedes hacer es acompañar las comidas con abundante agua y calmar la ansiedad con infusiones que te saciarán a la vez que te ayudarán a perder peso. Prueba con el té blanco, el té verde o la valeriana, que además te relajará.
Lo mejor que puedes hacer es volver cuanto antes a tu rutina pre-navidad. Es decir, si tienes por costumbre cenar ligero y en Navidad has cenado de más, con el consecuente ardor de estómago o las pesadillas, regresa a lo que hacías hace dos meses.
Cena ligero, pero algo te que sacie así evitarás llegar al desayuno con hambre y no caerás en la tentación de desayunar bollos, mantequilla o mermelada. Lo mejor para comenzar el día es una tostada de pan integral con aceite de oliva y sal y una pieza de fruta.
Durante el día, a la hora de la comida evita los fritos y los rebozados y apuesta por las verduras cocidas y las legumbres. Obviamente, aumenta también el consumo de frutas, sobre todo las depurativas como por ejemplo, la piña.
Ante todo debes recordar que las dietas milagro no existen y que es mejor comer mejor a comer menos, ya que de esta manera evitas la ansiedad y el tan temido efecto rebote. Por otro lado, no olvides de la importancia de hacer deporte, por lo menos una hora al día.