¿Energías renovables? Sí, gracias
En 2050 toda la generación eléctrica tendrá que estar descarbonizada, es decir, no emitir CO2 a la atmósfera.
Preparar nuestra comida, calentar nuestras casas, iluminar nuestros espacios, trasladarnos, trabajar, disfrutar del tiempo libre… Necesitamos la energía para todas las facetas de nuestra vida. Cada vez más. El problema está en generarla sin aumentar la contaminación que asfixia a las ciudades, afecta a la salud de las personas y empeora la situación medioambiental del planeta. El consenso entre organismos y expertos de todo el mundo es pleno al señalar que la respuesta, sin lugar a dudas, son las energías renovables.
Cerca del 40% de la electricidad que se produce ahora en España procede de fuentes limpias, gracias a la hidroeléctrica y a la eólica. Pero nuestro país, igual que toda la Unión Europea, tiene que aumentar esta cifra dado que en 2050 toda la generación eléctrica tendrá que estar descarbonizada, es decir, no emitir CO2 a la atmósfera, para cumplir el Acuerdo de París contra el cambio climático. Las renovables son el camino para lograrlo.
La traba que frenaba su instalación era la rentabilidad, ya que necesitan subvenciones públicas para poder competir con otros tipos de energía. Pero esto está cambiando y ya existen países, como Dinamarca, México o India, que obtienen electricidad de las energías renovables a precios inferiores que la procedente de los combustibles fósiles y de la nuclear, según el Foro Económico Mundial (WEF). Un informe de la entidad especializada REN21 refleja, además, que la capacidad de energías renovables a nivel global era de 2.017 GW al final de 2016, gracias a la hidroeléctrica, seguida por la eólica y la solar. También indica que la inversión en renovables fue aproximadamente el doble que la destinada a combustibles fósiles.
En esta línea, el informe «Costes de generación de energía renovables en 2017» de IRENA destaca que el precio de producción de energías limpias seguirá disminuyendo hasta 2020, año para el cual se anuncia que las tecnologías de generación de energía renovable que ahora se comercializan competirán con los combustibles fósiles. El último análisis de Bloomberg New Energy Finance destaca el enorme salto que ha dado la inversión en renovables en 2017, debido sobre todo a siete grandes proyectos eólicos distribuidos por medio mundo.
Y, aunque parezca increíble, hay una empresa española que lidera la transición energética en el mundo. Verdadera ‘marca España’ que demuestra que nuestra industria tiene mucho que decir en el mundo. Iberdrola está desde hace años a la cabeza en energía eólica. ¿Cómo lo ha logrado? Adelantándose a sus competidores desde que hace más de 20 años empezase a apostar por los molinos de viento cuando nadie creía en esta tecnología y se veía como una locura propia de Quijotes. Dos décadas después nadie duda de que no solo es el futuro, sino ya el presente. Esta empresa sigue marcando la innovación, ahora, con el desarrollo de parques eólicos en el mar,siendo la primera compañía española con instalaciones de este tipo, ubicadas en Reino Unido y Alemania.
Iberdrola va más allá y quiere más ambición en renovables: ha solicitado aumentar los objetivos ‘verdes’ dentro de la Unión Europea. La meta actual, que fija que el 27 % de la energía final se genere con fuentes renovables para 2030 «carece de ambición» para esta compañía, que pide elevarlo hasta el 35%. En palabras de su presidente, Ignacio Galán, “necesitamos sustituir la producción energética con fuentes contaminantes por tecnologías limpias para combatir el cambio climático”.
“La transición energética hacia un modelo sostenible, seguro y competitivo que sustituya la producción con fuentes contaminantes por energías limpias e intensifique la electrificación de la economía mundial es la única solución capaz de conciliar la satisfacción del fuerte crecimiento de la demanda energética con el cumplimiento de los objetivos climáticos globales”, apunta Galán, que señala que en este camino hacia la sostenibilidad energética, debe procurarse “un reparto justo de los costes de acción por el clima”, siguiendo el principio “quien contamina, paga”.
El viento, el agua y el sol pueden darnos la mejor energía. Empresas, gobiernos, ciudades, consumidores y ONG deben unirse y generar alianzas a favor de las renovables, única vía para impulsar la transición energética y la lucha contra el cambio climático, tal y como contempla el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17 de la Organización de las Naciones Unidas.