Meghan y Harry contrariados tras el bloqueo del registro de la marca Sussex Royal
Meghan Markle y el príncipe Harry se han topado con un contratiempo en sus planes de independencia económica porque una reclamación impide la explotación de la marca Sussex Royal.
La explotación de la marca Sussex Royal es uno de los pilares económicos en los que se basa la independencia de Meghan Markle y el príncipe Harry. Pero la gestión de la misma se ha encontrado un pequeño contratiempo tras la presentación este pasado martes de una oposición al uso de la misma por parte de un residente australiano.
Según publica el Daily Mail, Benjamin Worcester, médico de profesión y que reside actualmente en Melbourne, aunque se formó profesionalmente en Reino Unido, ha presentado una reclamación contra el registro de la marca Sussex Royal. Los motivos por el momento se desconocen, pero su intención podría derivar en un litigio jurídico con numerosas aristas que pondría en riesgo una parte de los ingresos futuros de la pareja.
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Meghan Markle y el príncipe Harry pidieron el pasado mes de junio a su equipo jurídico que procedieran al registro de esa marca dentro de la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido. Un proceso que permite un periodo de oposición pública por parte de cualquier ciudadano o institución que así lo considere. La queja ha provocado automáticamente que se amplíe hasta el 20 de marzo el periodo de reclamaciones, retrasando así los planes de la pareja a la espera de que el médico australiano aporte la documentación pertinente.
El registro de esta marca es fundamental para que Meghan y Harry comiencen a plasmar su propia marca en decenas de productos; desde camisetas, hasta gorras, bolígrafos, tazas o cualquier objeto susceptible de ser vendido. Los expertos aseguran que este negocio podría reportarles hasta mil millones de libras. Se estima que la pareja posee una fortuna de 34 millones de libras y que tras desligarse de la Corona no les van a faltar ofertas de trabajo.