Heineken anuncia el despido de 8.000 trabajadores debido a las restricciones de la pandemia
La segunda cervecera del mundo confía en las vacunas para una apertura gradual y así como en las medidas para reducir la incidencia de la pandemia.
La pandemia y las medidas para frenar su expansión se han cebado especialmente con el sector hostelero. Una situación que gigantes del sector de la distribución también reflejan en sus cuentas. Como Heineken, que terminó el año pasado con una reducción de sus ingresos netos cercana al 12 %, hasta los 19.724 millones de euros. La firma holandesa asegura que el volumen de cerveza consolidado vendido en los distintos mercados donde opera disminuyó un 8,1 % orgánicamente durante todo el año. Ni siquiera Asia compensó un descenso de ventas globalizado.
Curiosamente, las pocas alegrías vinieron de las marcas premium del grupo. El volumen de cerveza premium superó la cartera más amplia en la mayoría de los mercados y tan solo bajó medio dígito globalmente. El cuarto trimestre ha sido especialmente duro y refleja em impacto de las renovadas restricciones impuestas a la hostelería en numerosas regiones, especialmente en Europa.
Heineken confía en las vacunas para una apertura gradual
El grupo cervecero destaca los esfuerzos que ha emprendido el año pasado para ayudar al sector. «Ayudamos a los clientes con consejos, herramientas de reapertura, devoluciones de existencias y pedidos online. Les apoyamos económicamente, por ejemplo, renunciando a cerca de 50 millones de euros en pagos de alquiler. Y recaudamos más de 10 millones de euros para apoyar a 50.000 puntos de venta en 21 países a través de nuestra iniciativa Back the Bars. Seguimos pagando a todos los proveedores a tiempo y redujimos las condiciones de pago a varios proveedores pequeños», aseguran desde Heineken.
Un esfuerzo que sin embargo no es suficiente y que tendrá sus efectos en el empleo del propio grupo. Heineken ha confirmado sus planes de despidos anunciados el pasado octubre. La segunda cervecera más grande del mundo recortará unos 8.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 9 % de la plantilla que tenía el grupo a finales de 2019. Supondrá un cargo relacionado de 420 millones de euros, pero los gastos de personal se reducirían en unos 350 millones de euros. Dolf Van den Brink, CEO de Heineken, espera que las vacunaciones permitan una apertura gradual de los mercados y una recuperación del sector. Pero es cauteloso respecto al futuro. Con el nivel de cierres actual, los ingresos y las ganancias de Heineken en 2021 estarán por debajo de los niveles obtenidos en 2019. Carlsberg, la tercera cervecera más grande del mundo, dijo la semana pasada que confiaba en que la mayoría de las restricciones se levanten en los próximos meses, para impulsar las ganancias en la temporada alta de verano.