El café con aceite de oliva llega a los productores
La Almazara de la Subbética y el chef del cacao han creado un aceite especial pensado para emulsionar y tomar añadido al café.
El café de especialidad está ganando enteros en España. Algo sorprendente para un país no productor y que sin embargo está poniendo en valor este producto a nivel internacional con iniciativas como el exitoso Coffee Fest. Sea como fuere, tomarse un café «sin más» ya es cosa del pasado. Ahora lo que se lleva es combinarlo con bebidas vegetales o potenciar su sabor con otros productos tan sorprendentes como el aceite de oliva.
Una suma de beneficios
Dice la experta perfumista de Equivalenza, Mylène Thioux, que «la característica fragancia del café estimula el cerebro y mejora nuestro estado de ánimo”. Así que si unimos esto a su inconfundible sabor y sus propiedades estimulantes no nos extraña que sea una bebida de éxito con cada vez más posibilidades.
El cacao, los frutos secos o la vainilla son opciones habituales para combinarlo pero… ¿qué hay del aceite de oliva? El llamado Oleo Latte se está poniendo de moda por darle un punto distinto al café con leche y añadirle las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del «oro líquido español».
Oleato, Oleo Latte y la idea del café con aceite de oliva
Al parecer la idea fue de Starbucks, que lanzó hace ya un año su café Oleato con aceite de oliva. Luego la tendencia se fue extendiendo hasta llegar a los productores y distintos profesionales del sector.
El último ejemplo lo tenemos en las Almazaras de la Subbética -la almazara cordobesa más premiada del mundo- y el chef del cacao, Ricardo Vélez. Ambos han creado un aceite de oliva virgen extra especial para tomar con café o «latear» llamado Oleo Latte.
Su objetivo es elevar la experiencia de tomar café (o té) con leche emulsionada, haciéndola de verdadero barista.
Porque claro, el Oleo Latte no se mezcla y ya está. El aceite de oliva (una cucharada) deber añadirse a la leche o bebida vegetal caliente o fría (100 ml) y emulsionar la mezcla con un molinillo espumador. A continuación verter el café o el té… y voilà, la bebida habrá adquirido los matices, olores y sabores del aceite.