La subasta de una pintura de Mondrian marca un nuevo récord en Sotheby’s
Sotheby's subasta en Nueva York una pintura de Mondrian por una cifra récord de 51 millones de dólares.
En una de las etapas más prolíficas de su vida, Piet Mondrian llegó a sentir que los colores de la naturaleza no se podían reproducir en un lienzo. De ahí que muchas de las obras producidas en torno a 1930 las realizara a base de colores puros y formas geométricas. Ahí es donde se sitúa Composición No. II, el cuadro vendido en la noche de este lunes dentro de las subastas nocturnas de arte moderno organizadas por Sotheby’s en Nueva York. Al cierre de la velada, en la que se recaudaron algo más de 391 millones de dólares, fue la obra más relevante.
El anónimo comprador asiático se hizo con esta pintura de Mondrian en la subasta por una cifra récord de 51 millones de dólares. Un resultado que supera por poco la cifra máxima obtenida hasta ayer por la noche por una obra del autor. Hablamos de los 50,6 millones de dólares que se pagaron en 2015 por Composición No. III en la sala que posee Christie’s en Nueva York.
La obra vendida en la subasta reúne la esencia artística de Piet Mondrian
La pintura subastada anoche no salía a venta pública desde 1983. Por aquel entonces la obra fue adquirida por el Fukuoka City Bank por unos 2,2 millones de dólares. Esta entidad acabó vendiendo la obra a la Galería Acquavella de Nueva York, que la mantuvo en su poder hasta 2004, cuando se la vendió al propietario particular al que pertenecía hasta anoche. La última vez que se pudo disfrutar de ella en público fue en Londres, en la Tate Modern, cuando el cuadro fue cedido en préstamo entre abril de 2015 a mayo de 2016.
Piet Mondrian pintó Composición No. II en uno de los puntos álgidos de su carrera. Los expertos aseguran que la obra posee el equilibrio, la armonía y la “vida” que llevaron al artista a crear las composiciones más atrevidas del siglo XX. El artista logró simplificar al máximo el mundo que le rodeaba, consiguiendo obras con un cuidadoso equilibrio de color y formas, a través de líneas verticales y horizontales.
Diez años después de la creación de esta obra, Mondrian reflexionó sobre su evolución artística en el libro Toward the true vision of reality. «Lo primero que cambió en mi pintura fue el color. Abandoné el color natural por el color puro. Instintivamente, sentí que la pintura tenía que encontrar una nueva forma de expresar la belleza de la naturaleza. Impresionado por la inmensidad de la naturaleza, estaba tratando de expresar su expansión, reposo y unidad», aseguraba el artista. Piet Mondrian falleció en Nueva York el 1 de febrero de 1944, a los 71 años, a causa de una neumonía.