A todos (aunque sobre todo a todas), nos ha gustado añadir longitud o frondosidad y espesor a nuestra melena alguna vez en la vida. Hay muchos tipos y formas de extensión, pero… ¿cómo saber cuál es el mejor para nuestro caso? Hay que tener muy en cuenta nuestro tipo de cabello: textura, forma, grosor, etcétera. Una vez lo tengamos estudiado y sepamos concretamente lo que queremos, pasaremos a elegir nuestras extensiones.
La elección dependerá mucho de lo que esperemos de ellas. Si queremos que nos aguanten largas jornadas de gimnasio (sudor, lavado frecuente), si somos más atrevidos y lo que nos gusta es cambiar muy a menudo y aportar diferentes estilos… o si simplemente, queremos cambiar nuestro estilo para la temporada.
¿Qué tipo de extensiones existen? Como ya sabréis, hay muchísimos procedimientos y formas de aplicar y mantener las extensiones en nuestro cabello.
Las extensiones de keratina se fusionan mechón por mechón a nuestro cabello usando el calor como principal forma de aplicado. Se utiliza una especie de «soldador» para el cabello que administrará el calor necesario para derretir la keratina y poder trabajarla, pero sin perjudicar en ningún momento a nuestro pelo. Su duración siempre dependerá del crecimiento de nuestro cabello y se recomienda volver al salón a recolocarlas a los dos meses como mucho (para llevarlas bien). Esto último siempre dependiendo de las necesidades de cada uno.
Las extensiones de grapa se asemejan a las de keratina en forma de aplicación y mantenimiento, pero en vez de con calor, se aplican por presión, mediante unas arandelitas de un material especial que uniendo los dos cabellos, el de uno mismo y el de la extensión, los mantendrá también fusionados.
Las extensiones de clip se aplican de forma muy fácil y una vez preparadas y peinadas por un profesional, te las podrás colocar sin problemas y sin ayuda. Pueden ser enteras, que se reparten normalmente en tres tiras, que se repartirán por la cabeza en tres alturas, o simplemente mechones. Cada mechón tendrá un clip, permitiendo ponerlo y quitarlo tantas veces como se necesite. Este último estilo nos permite jugar mucho con el color, pudiendo llevar todo tipo de colores sin tener que teñir nuestro cabello.
Las extensiones «pegadas» van aplicadas de forma adhesiva. Se colocan también por mechones, pero esta vez variando su longitud dependiendo de la zona del cabello donde las estemos poniendo. Por ejemplo, en la parte de la nuca y el cogote siempre se pondrán tiras de pelo más anchas que por ejemplo en las patillas, ya que esta zona se necesitará más ligera para así poder aportar la naturalidad que se requiere en el resultado final. Las extensiones pegadas son las que más se aplican en los últimos tiempos, pos su sencillez a la hora de colocarlas y por su duración, ya que ésta dependerá también del crecimiento de nuestro propio pelo.
¿Cuándo se deben utilizar las extensiones y por qué?
Para lo que más se utilizan es para ofrecer un cambio de longitud de una manera rápida e instantánea. Pero las extensiones cubren también otras necesidades.
Algunos consejos que podrán servirte a la hora de una aplicación de extensión fija (keratina o pegada)
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