(Foto: Gtres)
La estancia de los duques de Sussex en Canadá no resultó gratis para los ciudadanos locales. Según los informes recabados por la Federación Canadiense de Contribuyentes, garantizar la seguridad de la pareja, su hijo y la madre de la actriz costó a los canadienses unos 40.000 dólares estadounidenses. Esta organización, que lucha por la transparencia del destino de los impuestos canadienses, cuestiona incluso las palabras del primer ministro Justin Trudeau, que se negó a decir si los canadienses pagaban para proteger a la pareja real.
Los gastos en seguridad de todo el séquito auditados por esta asociación fueron abonados entre el 18 de noviembre de 2019 hasta el 19 de enero de 2020. Estiman desde la misma que si la estancia en Canadá se hubiera extendido durante la pandemia, la factura hubiera ascendido a varios millones de dólares.
Por suerte para ellos, el príncipe Harry y Meghan Markle salieron al galope de suelo canadiense justo antes de que se cerrara el tráfico aéreo para frenar la expansión de la pandemia por Covid-19. Cuentan además que en los documentos oficiales a los que han tenido acceso, no se incluye el salario base de los agentes destinados al dispositivo especial. Los 40.000 dólares serían solo de horas extras, viajes, comidas, gastos imprevistos y alojamiento de los policías.
El coste de la seguridad de Harry y Meghan ha estado siempre encima de la mesa. En las negociaciones para su salida como miembros activos de la Familia Real británica fue uno de los puntos más calientes. Porque anualmente supone uno de los costes más relevantes del presupuesto de la pareja. Se estima que son unos 4 millones de libras anuales. El propio Donald Trump, tras enterarse de su llegada a Los Ángeles, les recordó que deberían ser ellos los que pagaran su propia seguridad.
Ahora mismo no está claro quién paga esa factura. Aunque amigos cercanos a la pareja han revelado que lo están pagando ambos, las finanzas del príncipe Carlos estarían soportando parte de esa carga según medios británicos. Al parecer habrían contratado a la misma firma se seguridad que protege a personajes públicos como Jeff Bezos o Tom Hanks. El dispositivo rondaría las 7.000 libras diarias.
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