(Foto: The Prince and Princess of Wales Instagram)
Kate Middleton celebra este jueves su 43 cumpleaños tras afrontar uno de los años más duros de su vida. Han sido 365 días de altibajos marcados por el cáncer que le fue diagnosticado semanas después de que cumpliera 42.
La de hoy es una fecha señalada que el príncipe William ha querido destacar. Lo ha hecho a través de la cuenta oficial de los Príncipes de Gales en Instagram donde ha publicado un retrato de Kate Middleton junto a un cariñoso texto que es más que una declaración de amor.
“Para la más increíble esposa y madre. La fuerza que has demostrado durante el último año ha sido notable. George, Charlotte, Louis y yo estamos muy orgullosos de ti. Feliz cumpleaños, Catherine. Te queremos”, firma el heredero.
Hace un año, apenas una semana después de tal día como hoy, la princesa de Gales ingresaba en The London Clinic para someterse a una cirugía abdominal provocada por el cáncer que ya padecía en esos momentos.
Comenzaba así un complejo periplo hospitalario que tuvo una vertiente social muy complicada de digerir por la institución monárquica. Lo que parecía oficialmente un ingreso rutinario de unos 14 días como máximo, se convirtió en una incontrolable lengua de especulaciones y rumores.
La palabra cáncer, a falta de confirmación, pronto inundó las redacciones de numerosos medios y las redes sociales, alentada por un secretismo excesivo de los portavoces oficiales. Se llegó a decir incluso que Kate Middleton habría estado al borde de la muerte durante la operación.
Las teorías de la conspiración no hicieron más que crecer durante semanas ante la ausencia de una imagen viva de la princesa.
A principios de marzo, Kate Middleton fue fotografiada junto a su madre en un coche y días después se hizo pública una foto suya con sus hijos por el Día de la Madre. Las fotos se miraron con lupa e incluso se especuló con que todo era un montaje de la familia real para ocultar que Kate Middleton estaba muerta.
No ayudó el retoque que la propia Kate admitió que hizo sobre la foto con sus hijos, ni tampoco las fotos “robadas” en las que aparecía junto a su esposo en una tienda cercana a su casa en Windsor.
Aquello dio pie a la publicación oficial del vídeo en el que Kate Middleton admitía que tenía cáncer. Sentada en un banco de madera rodeada de narcisos, vestida con un sencillo jersey de rayas y unos vaqueros, contó con calma la historia de su terrible experiencia.
“Han sido unos meses increíblemente duros para toda nuestra familia” reconoció frenando por fin cualquier tipo de especulación.
Aquello supuso una liberación para toda la familia, que pudo afrontar el tratamiento médico sin la presión de los medios. No se la volvió a ver en público hasta mediados de junio, cuando acudió junto a su familia al desfile Trooping the Colour.
Un mes después, también la veríamos en Wimbledon junto a la princesa Charlotte, antes de entregar el trofeo de la final masculina a Carlos Alcaraz.
La familia afrontó el verano entre Norfolk y Balmoral, mientras Kate Middleton se recuperaba de la quimioterapia. Un tratamiento que ella misma dio por finalizado a principios de septiembre con un nuevo vídeo.
A partir de ahí, Kate Middleton ha ido recuperando su actividad pública, aunque de forma más reducida. Antes de celebrar su 43 cumpleaños, solo ha asistido a acontecimientos señalados, como los actos por el Día del Recuerdo, la grabación del especial de Navidad o la cita familiar de Navidad en Sandringham.
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