La norma que impide a la realeza británica celebrar Halloween
Este 31 de octubre se celebra Halloween, y un año más los miembros de la realeza británica no pueden celebrarlo.
A pesar de que Estados Unidos es conocido como el epicentro de las celebraciones de Halloween, la fiesta es internacional y pocos rincones del mundo se libran de ella. Decimos pocos, porque sí hay lugares donde está totalmente prohibida. Quizás el más famoso sea el Palacio de Buckingham. La residencia oficial de los reyes de Inglaterra es terreno prohibido de brujas, demonios o muertos vivientes. Y es que la realeza británica tiene totalmente prohibido celebrar Halloween.
La realeza británica no celebra Halloween
Según publica el diario Mirror, en la Casa Real británica existe una regla no escrita que prohíbe a los miembros de la familia celebrar la festividad del 31 de octubre. Se trata de una norma que se remonta al año 1837, cuando la reina Victoria pasó a ser jefa de estado.
Al parecer, a la monarca no le gustaba demasiado esta celebración y decidió establecer un código de conducta al respecto. Según éste, la realeza debe mantener la clase y sofisticación, lo que implica que no puede disfrazarse en público. Por lo tanto, nada de disfraces ni truco o trato.
Sin embargo, la norma no solo afecta a Halloween, sino también a cualquier otra celebración que suponga llevar un disfraz.
Ningún miembro se puede disfrazar
De acuerdo con esto, en sus 70 años en el trono jamás vimos a Isabel II disfrazada. Ni siquiera Carlos III lo hizo cuando todavía era príncipe. Al único miembro de la familia real que sí vimos en su día con un disfraz fue al príncipe Harry. Fue el famoso traje militar de nazi que lució en una fiesta en 2005. Sin embargo, al resto nada.
A pesar de ello, esta norma de la reina Victoria no impide a la familia real celebrar Halloween o cualquier otra fiesta de disfraces, siempre que lo hagan en privado. Tendremos que esperar a ver si en su nueva etapa como rey, Carlos III decide acabar con esta norma.