El singular presente que el príncipe Carlos se lleva de Oriente Medio para próximos bautizos reales
El heredero al trono británico y su esposa regresarán desde Jordania con varias botellas de agua del río Jordán para futuros bautismos.
El príncipe Carlos y su esposa, la duquesa de Cornualles, se encuentran de visita oficial por Oriente Medio. Se trata de la gira oficial más relevante de un miembro de la familia real desde que se declarara la pandemia de Covid-19. A la espera de llegar a Egipto, su primera escala ha sido Jornadia. Allí han estado acompañados por el rey Abdullah II, la reina Rania y príncipe heredero Hussein.
Así, la pareja ha visitado algunos de los lugares más emblemáticos del país. Entre ellos, el sitio donde la tradición dice que fue bautizado Jesucristo, a orillas del río Jordán. El heredero al trono, de 73 años, y su esposa, de 74, tuvieron la oportunidad de visitar Al-Maghtas, en Betania. Un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en marzo de 2016.
El príncipe Carlos y Camilla se llevan agua del río Jordán
Aunque el sitio no contaba estos días con demasiada agua, el príncipe Carlos y su esposa no dudaron en descender por las escaleras para mojar sus manos en este emblemático lugar. Horas después de la visita se ha sabido que el heredero llevará de regreso a tierras británicas algo más que un recuerdo fotográfico del emblemático rincón. En concreto y según señalan medios británicos citando fuentes conocedoras del asunto, el príncipe Carlos y Camila regresarán a casa con varios viales con agua del propio río Jordán. Hablan de unas cinco o seis docenas de botellas.
Algo que de inmediato se ha ligado con los bautizos pendientes de los nuevos miembros de la familia nacidos recientemente. Rustom Mkhjian, responsable del recinto, ha confirmado que el séquito británico se llevará a Londres este singular presente «para futuros bautismos». Por tradición, los bebés reales son siempre bautizados con agua extraída del Jordán, pero lo extraordinario es que haya sido el propio Príncipe de Gales el que recupere el agua por sí mismo.
Pendientes están los bautizos de la hija de la princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli, Sienna Elizabeth; su primo August Philip, hijo de su hermana Eugenia y Jack Brooksbank; y por supuesto Lilibet Diana, la hija pequeña de los Duques de Sussex. El príncipe Harry y Meghan Markle celebraron esta ceremonia a los pocos meses del nacimiento de su primer hijo, Archie. Pero ahora son otras circunstancias vitales las que inspiran a la pareja y se desconoce si Lilibet será bautizada o si lo ha sido ya. Y por supuesto es una incógnita si sus padres decidirán regresar a Londres para celebrar esta emblemática ceremonia.