Nora Kurtin: «En las empresas se asignan tareas según las capacidades e igual debe ser en casa»

Nora Kurtin afirma que las etiquetas no favorecen nunca. En su charla con Giuseppe Tringali dentro de nuestra sección, ‘Mujeres con Energía’, la fundadora y CEO de ‘Sapos y Princesas’ reniega de los estereotipos que muchas veces se establecen sobre las mujeres en el mundo laboral, así como el país de procedencia de cada uno. «Cuando educamos en casa, tanto la madre como el padre deben ser conscientes de que están dando ejemplo y los hijos aprenden de lo que ven. En mi casa, tanto mi madre como mi abuela fueron dos mujeres muy fuertes y luchadoras que no se venían abajo por nada. Mi madre y mi padre son médicos y siempre han estado codo con codo trabajando y educando».

«Tuve la suerte de criarme en una ciudad pequeña (en Posadas, la capital de la provincia de Misiones) hasta los quince años. Luego me fui a vivir a Buenos Aires». En contra de lo que se puede pensar, el cambio de residencia familiar en plena adolescencia le vino bien a Nora Kurtin, porque descubrió nuevos horizontes y retos personales. Hizo su carrera en Estados Unidos, donde conoció a su marido, español, con el que finalmente recaló en nuestro país.

Nora cree que su educación fue clave para alcanzar las metas profesionales que se ha ido fijando con el paso de los años: «Fui educada como persona capaz de lograr lo que quisiera en mi vida, si le ponía trabajo y esfuerzo detrás». Por eso nunca ha entendido que el mero hecho de ser mujer suponga algún tipo de impedimento para desarrollar un trabajo. Conoció diferentes proyectos y culturas hasta que decidió ser madre.

Un momento personal que favoreció la creación de ‘Sapos y Princesas’, su actual dedicación profesional. Un proyecto que nació de la necesidad de «transmitir algo o ayudar a mis hijos a que tengan las habilidades que van a necesitar para su futuro». Todo ello en el poco tiempo que los progenitores comparten normalmente con ellos desde que nacen hasta que inician su adolescencia.

Para Nora Kurtin la educación en las familias es fundamental para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres, porque por educación «asumimos que ciertas tareas son de mujeres o de hombres y no que son tareas que tenemos que gestionar internamente en el hogar, como sucedería en una empresa. En una empresa se asignan tareas dependiendo de las capacidades que tienen los trabajadores, no del género». 

Pero la diferencia de género nos rodea. Está por todas partes. Y por supuesto se encuentra en la forma en la que nos comunicamos con nuestros hijos o dejamos que ellos se comuniquen con el mundo… «Nosotros como padres debemos ayudar a nuestras hijas a que se les escuche y que piensen que no pasa nada si se equivocan». A Nora Kurtin le preocupa por ejemplo la diferencia que existe en el uso de la tecnología por parte de los niños y las niñas. Mientras los pequeños en su mayoría optan por usar los dispositivos para jugar, las niñas ocupan la mayor parte del tiempo en las redes sociales, donde «sufren una sobreexposición de ellas mismas y de su figura, buscando la respuesta a cómo les ve el mundo. Tenemos que tener mucho cuidado como padres porque ambos, que tienen las mismas capacidades, están siendo influidos de maneras diferentes».

Nora Kurtin cree que las mujeres deben aumentar su autoestima, pero siempre desde el conocimiento de sí mismas. A ella le ha servido enfrentarse a la vida y a sus proyectos con mucha energía, pero habrá mujeres que encuentren su propio equilibrio a través de otros aspectos vitales. Pero siempre tener claro que «las cosas ni son para siempre ni son inalterables, todo lo contrario. Lo único constante es el cambio. Intentemos aprovechar esos cambios para tomar nuestras propias decisiones y que no las tomen por nosotros».