Pepa Muñoz: “La cocina me relaja, me nutre y me llena de sabiduría”
Me gusta de ella su naturalidad, sencillez y cercanía. No conocí a la Pepa Muñoz de sus comienzos, aquella que con 9 años ya limpiaba calamares y boquerones en el negocio familiar y con 11 cocinaba al lado de su padre. Pero me la imagino tal y como es ahora. Abierta, generosa, creativa, entrañable. Su restaurante El Qüenco de Pepa es lugar de imprescindible visita para los amantes de la buena cocina y de los productos nacionales de primera calidad. La cocinera que ha revolucionado nuestra gastronomía cuenta en su primer libro, Un puchero de verdades, todo el camino recorrido. Son sus memorias gastronómicas.
The Luxonomist: ‘Un puchero de verdades’… ¿vales más por lo que callas que por lo que cuentas?
Pepa Muñoz: Por lo que callo. Siempre.
TL: Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Una vez cumplido todo eso. ¿Cuál es la siguiente aventura?
PM: La siguiente aventura está cada vez más cerca de irme para el campo. Seguiré haciendo cosas, pero en ese lugar. Nunca pararé, pero sé que tengo una deuda con el campo por todo lo que me ha dado y ha facilitado mi cocina.
TL: ¿Qué te da la cocina que no encuentras en otra actividad de la vida?
PM: La cocina me llena porque ¡es tan agradecida! Te relaja, te nutre, te llena de sabiduría y conocimientos. Aunque al principio empecé un poco obligada, sé que es mi auténtica profesión.
“Valgo más por lo que callo, siempre”
TL: ¿De niña eras “la cocinillas” de la pandilla?
PM: Sí, sin ninguna duda. Tengo muchos recuerdos de esos años con mis amigas.
TL: ¿Cocinar es como pintar un lienzo en blanco?
PM: Absolutamente. Comparto contigo esa apreciación.
TL: ¿Ese plato que, por mucho que lo intentas, se te resiste?
PM: La verdad es que no he tenido ninguno. De lo que yo he hecho, que es la cocina tradicional, nunca he tenido esa sensación. Tal vez, si me hubiera metido en otro terreno, habría ocurrido… pero no.
TL: ¿Qué hace tu cocina diferente a las demás para que te elijan los clientes más diversos?
PM: La sencillez, el menos es más.
TL: ¿El tuyo es un paladar exigente?
PM: Vamos a ver. Si tengo que tomar un huevo frito con patatas, quiero que la materia prima sea la mejor. No creo que eso sea ser exigente, simplemente quiero que el huevo, la patata y el aceite sean buenos.
“La receta para conquistar: caviar, pasta y un postre de chocolate”
TL: Si te invito a almorzar en mi casa ¿sería una kamikaze?
PM: ¡No, para nada! (risas)
TL: ¿Cuándo te das cuenta de que hay vida más allá de la cocina?
PM: Siempre he sido consciente de que hay más cosas que la cocina en la vida. Lo que pasa es que la cocina me hace disfrutar mucho y compartir mucho. Momentos, fiestas, amigos, lugares…
TL: ¿Cuáles han sido tus armas para triunfar en un mundo de hombres sin dejar “cadáveres” por el camino?
PM: No tengo ningún arma secreta, la clave siempre ha sido ser yo misma.
TL: ¿Te imaginas haciendo otra cosa?
PM: Profesionalmente no, porque soy muy feliz haciendo mi trabajo.
TL: ¿Un menú irresistible para conquistar?
PM: Caviar sí o sí, hacer una buena pasta, que es algo muy seductor, y rematar con un buen postre de chocolate.
“¿El secreto para triunfar en un mundo de hombres? Ser yo misma”
TL: ¿Cómo consigues que la vanidad ni te roce?
PM: No lo sé, la verdad. Es algo que no solo no me roza, sino que está muy alejado de mí.
TL: ¿Eres de cocinar la vida a fuego lento?
PM: Sí, bastante. Hay momentos en los que es muy necesario hacerlo así.
TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
PM: No siempre es fácil. Creo que no se puede la mayoría de las veces.
TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
PM: ¡Ufff! Hay muchos adioses. Tal vez hacerlo con una sonrisa.
TL: ¿Qué te gusta hacer a tu manera?
PM: (risas) Cocinar, por supuesto, y vivir la vida a mi manera, como decía Frank Sinatra.
TL: ¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
PM: Hacer felices a las personas que me rodean.
“Antepongo el talento a la suerte, sin duda”
TL: ¿Qué ha sido lo que realmente ha marcado tu vida?
PM: La muerte de mi padre marcó todos los cimientos de mi vida. Y luego conocer a Mila.
TL: ¿Qué locura has hecho para conocer a uno de tus iconos?
PM: La verdad es que nada. Y he tenido mucha suerte con eso porque, sin hacerlo, he conocido a algunos por mi trabajo.
TL: ¿A qué eres inmune?
PM: A la falsedad y la mentira.
TL: ¿El insulto hace callo?
PM: Sí, sin duda.
TL: ¿Marca España es….?
PM: Mi cocina lo es por sus productos, el aceite de oliva…
TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?
PM: No. Antepongo el talento a todo, sin ninguna duda.
“No puedo con quien no dice la verdad”
TL: ¿A qué te suena la vida?
PM: A mucho trabajo, a familia, a esfuerzo, a buenos momentos con amigos..
TL: ¿Ser elegante es…?
PM: Menos es más. Siempre.
TL: ¿Qué te hace perder la templanza?
PM: La mentira. No puedo con quien no dice la verdad.
TL: ¿Con quién compartirías la cena de tus sueños?
PM: La tengo todos los días (risas). Con Mila, por supuesto.
TL: ¿Esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
PM: Pues, si te soy sincera, ahora mismo no recuerdo ninguna. Igual no me la han hecho o no me ha afectado.
TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
PM: ¿Cuál es mi película favorita? Y te respondería El Padrino.