Podríamos definir a Kim Kardashian como una amante de las grandes firmas y marcas. Rara es la vez que no la vemos lucir el logo de alguna de éstas en sus prendas de ropa o su bolsos. Sin embargo, parece que cuando se trata de muebles no le importa supuestamente tirar de falsificaciones. Al menos, eso es lo que asegura la Fundación Judd, que ha demandado a la influencer por violaciones de marca registrada, derechos de autor, competencia desleal, y publicidad falsa.
La historia de esta demanda se remonta al año 2022, cuando Kim Kardashian subió a YouTube un vídeo en el que mostraba las oficinas de su línea de maquillaje Skkn by Kim. En uno de los momentos, Kim muestra una mesa y sillas de madera que afirma son del reconocido artista Donald Judd, algo que no es cierto.
En realidad, se trata de una mesa y sillas realizados por Clements Design, y que la Fundación Judd afirma son una copia de un diseño original de Donald Judd. Sin embargo, Clements Design se desmarca de la demanda afirmando que su diseño tiene diferencias con el de Donald Judd y acusa a Kim Kardashian de ser ella la que induce al error con sus palabras.
Debido a ello, la Fundación Judd ha interpuesto una demanda a Kim Kardashian por violaciones de marca registrada, derechos de autor, competencia desleal, y publicidad falsa. Ésta considera que la influencer indujo al público a creer que eses muebles eran auténticos cuando no era así. Y a pesar de que Kim modificó el vídeo y se ofreció a promocionar a la Fundación en redes sociales, éstos han decidido seguir adelante.
Y es que Donald Judd fue uno de los artistas más reconocidos en la década de los 70 y 80, famoso por crear piezas con formas simples y materiales industriales, que le convirtieron en una de las estrellas del minimalismo. Hoy algunas de sus piezas se exponen en museos como el MoMA y Salon 94 en Nueva York, y el precio de sus mesas y sillas pueden rondar los 90.000 y 9.000 dólares, respectivamente.
Por el momento, Kim Kardashian no se ha pronunciado al respecto, aunque llevaría meses en negociaciones para evitar la demanda. Sin embargo, no ha habido un acuerdo entre la Fundación y la influencer, pues ésta se negó a emitir una corrección pública. Ahora todo se resolverá en los tribunales.
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