Siete años sin relación entre Rocío Flores y su madre

Rocío Flores reconoce que echa de menos a su madre pero también admite que debe ser Rocío Carrasco la que dé el primer paso para la reconciliación.

Aurelio Manzano. 24/06/2020

Después de su paso por Supervivientes, donde a pesar de no haber cumplido todas las expectativas como concursante, Rocío Flores sigue en su camino por convertirse en una estrella mediática. Por derecho propio y lejos de calmar las aguas entre su madre y ella, hace exactamente algo que a Rocío Carrasco no le habría gustado: hablar sobre ella y además cobrando.

«Lo primero que haría si me encontrara con mi madre es darle un beso y un abrazo», cuenta en la entrevista a Hola. «Mi madre es una persona fundamental en mi vida»  es uno de los titulares que la nieta de Rocío Jurado ofrece. Pero en este camino de buscar una reconciliación, hay algo en lo que se equivoca. No tiene ninguna intención, al menos públicamente por pedir perdón, por los actos que haya cometido: «No me arrepiento de nada. Cuando una relación no es buena, es por ambas partes», repite en la publicación.

Rocío Flores en una reciente aparición en televisión (Foto: Gtres)

Rocío Flores quiere seguir estudiando

Lo cierto es que, aunque no conocemos todos los detalles de lo que haya podido pasar entre madre e hija para que no se hablen desde hace siete años, lo cierto es que mientras la pequeña del clan estaba en Supervivientes, el portal Vanitatis publicaba una serie de reportajes, entre los cuales incluía una sentencia que dejaba muy mal parada a Rocío Flores. Si bien es cierto que los hechos por los que fue juzgada la hija de Antonio David ocurrieron hace muchos años y que, seguramente no reflejan su actual realidad ni personalidad, también lo es que para poder tener un acercamiento debería existir al menos un propósito de enmienda y un arrepentimiento.

La exSuperviviente, que posa en un espectacular reportaje con mucho Photoshop, en el que parece una de las hijas de Julio Iglesias, afirma cuáles son sus intenciones en el plano laboral. «Estudiar nutrición y dietética», como ya hacía antes de irrumpir en el universo televisivo. Rocío es una mujer muy coqueta y así lo ha demostrado cuando semanas antes de Honduras, acudía al prestigioso doctor estético Juan Miguel Pérez Díaz, para hacerse unos pequeños retoques estéticos que por cierto, le vinieron muy bien.

Reconoce que la relación son su madre no es precisamente buena (Foto: Gtres)

No descarta hacerse unos retoques estéticos

Al parecer Rocío quiere volver a retocar algunas partes de su anatomía de las que no está satisfecha: «Quiero operarme el pecho para reafirmármelo, no para aumentármelo, pero no sé cuándo, tal vez después del verano».  Y además añade: «He perdido 15 kilos, me veo muy bien y no pienso recuperarlos». Rocío sigue explayándose sobre la relación con su madre en el reportaje: «Imagino que mi madre no me ha visto en televisión, aunque no lo sé. A mí me hubiera gustado que me hubiera visto. Yo lo habría hecho de haber ido ella a un concurso».  

La Superviviente cuenta cómo ha vivido estos años alejada de su madre: «Claro que me dan ganas de llamarla por teléfono, tanto, que ya lo he hecho, pero no lo coge, no ha habido respuesta. En estos últimos años la he llamado unas seis veces y solo me lo cogió una vez. Fue para preguntar por mi hermano y la respuesta que obtuve no fue muy agradable», cuenta en su exclusiva. En ella, también se acuerda de su abuela: «Imagino que a mi abuela, Rocío Jurado, le daría pena esta situación. Si estuviera aquí, no habría pasado nada», asegura.

Recuerda con cariño su infancia y a sus abuelos (Foto: Gtres)

Rocío Flores admite que echa de menos a su madre

Rocío Flores lanza el órdago a su madre para que sea ella la que dé el próximo paso. Algo que seguramente no ocurrirá, al menos públicamente, ya que Rocío Carrasco jamás ha hablado de los problemas con su hija. «Tengo confianza en que se produzca alguna vez. La echo de menos. Me encantaría que se produjera esa llamada«, apunta la hija de Antonio David y Rocío Carrasco.

Durante la entrevista, aunque Rocío se niega hablar del incidente violento en el que se enfrentó físicamente a su madre, sí que recuerda su infancia con cariño: «He sido muy feliz. Recuerdo a mi abuelo Pedro, que me sacaba bombones de chocolate blanco de las orejas, y me tiraba al suelo a jugar con él rodeada de sus trofeos de boxeo. Siempre estaré agradecida a mis abuelos y siempre los llevaré en el corazón».

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