Tamara Falcó e Íñigo Onieva toman caminos separados
La marquesa de Griñón y su marido han decidido que la separación es lo mejor para sus planes inmediatos.
Dicen que la alegría dura poco en la casa del pobre, pero parece que también en la del rico. Y es que apenas cinco meses después de su boda, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido optar por la separación. Ambos tenían planes personales que, actualmente están reñidos con su matrimonio, y antes de que llegue el bebé tan esperado, han decidido ponerlos en práctica.
Él con mochila, ella con hábito
En concreto, él va a tomarse un año sabático para recorrer el mundo con una mochila al hombro. Nada que ver con los últimos viajes de lujo a Bali o el Círculo Polar Ártico que ha realizado con su chica. Su intención es viajar con un presupuesto mínimo “para vivir la experiencia al máximo”.
En cuanto a ella, su ilusión de estar más cerca de Dios la ha hecho decidirse por ingresar en un convento. Algo que hará cuando pasen estas fechas familiares y celebración en Miami junto al resto del clan Preysler. Un cambio que asume con alegría por ser algo que siempre había deseado pero también con algo de tristeza porque no podrá seguir disfrutando de su ático recién estrenado.
Tamara Falcó e Iñigo Onieva y su separación temporal
“La decisión no ha sido fácil de tomar”, tal y como han confirmado ambos a fuentes cercanas a nuestra redacción. Sin embargo, ambos creen que es lo mejor, “al menos por un tiempo“.
En cualquier caso, tanto Íñigo Onieva como Tamara Falcó han dicho que “se aman profundamente” y que esta separación que empiezan hoy, 28 de diciembre, es algo temporal. Estamos seguros de que las aguas volverán a su cauce y ambos seguirán disfrutando de su vida en común cuando pasen la tempestad y las dudas.