En el fabuloso mundo de la coctelería -que tan de moda está actualmente- no se deja de innovar. Lo último, emplear técnicas de la cocina moderna como los sopletes, sifones e incluso máquinas para ahumar, y utilizar alimentos que por lo general se toman en plato y no en vaso, como el aguacate o el bacon.
The Macallan, todo un referente en cuanto a whiskies de malta se refiere, apuesta por la coctelería y nos muestra cómo las bebidas premium no solo son aptas para combinar, sino que son la mejor opción. Hay que olvidar los mitos que dicen que las mejores bebidas deben tomarse solas. Para gustos existen los colores, pero debemos empezar a pensar que para elaborar un cóctel excelente, lo lógico sería partir de bebidas Premium. La calidad importa, y mucho.
Desde que obtuviera la licencia para elaborar legalmente en el año 1824, The Macallan no ha cesado de trabajar para lograr la perfección en sus whiskies. Su última creación ha sido la línea de single malts The 1824 Series -de la mano del whisky maker Bob Dalgarno-, cuyo secreto se encuentra en las diferentes barricas de Jerez que se emplean para su crianza. En ellas reside la clave para obtener unos aromas y sabores únicos, a frutas, cítricos, especias, cacaos o frutos secos. Se dice que la barrica en la que se añeja el whisky es la responsable del 60% de su sabor final.
De la mano de Héctor Henche –director creativo de Fizz Bartenders-, la marca quiere que brindemos con cócteles elaborados con The Macallan contando como protagonista con su whisky más versátil, The Macallan 1824 Series Amber.
Fresco, cítrico, con notas a fruta blanca y vainilla, es un whisky suave, sedoso, sabroso y bastante largo que nos deja un recuerdo final a jengibre y frutos secos. Se aprecia la delicadeza seguida en su proceso de elaboración, en los pequeños alambiques de cobre de donde tan solo se aprovecha el 16% del destilado, y en las barricas de roble español curadas con jerez donde se cría.
Un cóctel bien elaborado debería potenciar los aromas y sabores de The Macallan 1824 Series Amber. Aquí dejo tres ejemplos, tres cócteles creados por Héctor Henche que sin lugar a dudas lo logran.
‘Sour de vainilla y caramelo ahumado’. Con este cóctel han reinventado el clásico whisky sour. Mayor elegancia y complejidad, logrando un equilibrio perfecto entre los cítricos y los dulces. El toque ahumado rinde homenaje a las barricas de Jerez empleadas en la elaboración de The Macallan.
‘Seafood Spirit’. Un cóctel arriesgado con el que demuestran que frutos tan complejos en coctelería como el ruibarbo o el aguacate fusionan muy bien con el whisky. El resultado marida a la perfección con el salmón, otro producto típico de Escocia. Sorprendente y sabroso.
‘Christmas Frozen’. El más navideño de todos centra su receta en los orejones. Un combinado exclusivo y diferente que gustará hasta a los paladares más sibaritas. Dulce y divertido.
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