Vermús de domingo

¡Cómo me gustan los domingos! Me encantan porque son días de descanso, de cero estrés, días en los que solo ves a gente que te cae bien, con la que te sientes a gusto. Los domingos son días para disfrutar. Y una de las mejores cosas que tiene el domingo -después de poder quedarte hasta tarde remoloneando en la cama- es el momento del aperitivo, con patatas bravas, aceitunas y, cómo no, vermú. Hoy vamos a buscar el mejor vermú para el aperitivo.

Como está pasando con casi todas las bebidas «artesanas», vermús hay muchos y muy diferentes (más y menos amargos, más o menos naturales) capaces de satisfacer a todos los paladares. Tienes que probar para encontrar el tuyo. Hoy presento tres vermús que he descubierto recientemente. A ver qué os parecen.

Domingo (11,95€)
Este vermú rojo, originario de Castellón, acaba de ganar una medalla de Oro en el Festival de Bebidas Artesanas de Berlín, lo cual nos debe dar algo de confianza a la hora de escogerlo en un bar o en una tienda. En su elaboración emplearon ajenjo, genciana, jengibre, saúco, corteza de naranja y díctano de Creta, para hacernos recordar esos sabores míticos que nos trasladan al pasado, a los vermús de siempre. Domingo es un vermú equilibrado, con el amargor característico tan bien equilibrado con el dulzor. Una bebida que invita a beber, sola o con soda.

Invito (8,00€)
Sevilla tiene un color y un sabor muy especial, y con este vermú rojo (entre muchas otras cosas) se demuestra. En Bodegas Salado, donde llevan desde el año 1810 produciendo vino, saben cómo elaborar un vermú complejo y goloso, ya que Invito está creado a partir de vino de uvas autóctonas sevillanas de Pedro Ximénez y Garría Fina, envejecido en barricas de roble americano. Invito es el sueño de los más golosos, un vermú de un precioso color caoba, muy intenso y complejo en aromas, que enamora por su persistente dulzor.

El ingenioso (14,95€)
Sé que debo ser imparcial, pero me he guardado para el final mi favorito. Un vermú que rinde homenaje al famoso Don Quijote, un vermú 100% manchego con un packaging fantástico. El ingenioso se elabora con vinos de mostos sin prensar, procedentes de variedades de uva manchegas, entre las que destaca y predomina la moscatel, variedad muy aromática y golosa, culpable de que haya que aportar menor dosis de azúcares a la receta final.

Enamora a primera vista por su estuche (recuerda a las cubiertas de libros antiguos), por su botella de cristal cuadrad, su tapón de madera natural y por esa fantástica etiqueta de estética «steampunk» que nos presenta a un Quijote pensativo y soñador, enamorado de Dulcinea, junto a un Rocinante de juguete y sus temidos gigantes ficticios. Una obra maestra para guardar otra obra maestra. Ya que El Ingenioso es amable en boca, ligeramente dulce, con unos aromas que nos recuerdan al ajenjo y a frutas pasificadas, y un retrogusto intenso y amargo. Tremendo.

¿Te atreves a probarlos todos? La Semana Santa está al caer y tendremos muchos «domingos» seguidos. ¡Cualquier excusa es buena!