Del happy helado al negocio lucrativo

Mucho se ha hablado de Mistura, una heladería ubicada en pleno barrio de Chueca que desde que abriera el pasado 2.013 supo suscitar el interés de todos con una historia personal ‘bohemia’ y un ‘happy ending’ en forma de local de última generación en gusto y  en imagen, además de en producto.

El atractivo de esta heladería sigue vivo y sus socios, Carlos y Carmelo, se aferran a los mismos principios que les han hecho famosos en Madrid: su convicción por el producto artesanal 100% natural, sin aditivos artificiales y que mantenga unas propiedades nutricionales en las que se vigilen la materia grasa y los azúcares.

Mistura es ese producto sano con el que todos soñamos que toma forma de helado y, en un entorno ‘ecosostenible’ que se respira en toda la atmósfera y materiales del local, se saborea y aprecia en los envases, hechos de material reciclado.

Un modelo de negocio como es una heladería de pequeñas dimensiones arranca inicialmente como autoempleo y no con pocas dificultades. Más aún cuando la apuesta es el artículo ‘Premium’, que deja menos margen, pero que también es el ingrediente necesario para superar un camino lleno de altibajos y dificultades.

Ahora, los chicos de ICADE que decidieron en su día dejar de analizar tablas de Excel para servir ellos mismos los helados, hacen salir ese gen empresario que de siempre han mamado en casa y se dirigen con energía y pasos meditados hacia el franquiciado en todo el territorio nacional. Ojalá lo consigan y sean el ejemplo de evolución del local “low and chic de tendencia” al “grupo empresarial de éxito” cuyo modelo intentan imitar los demás.