Battersea Power Station, vivir en una central eléctrica
Un ambicioso plan urbanístico va a cambiar, para siempre, uno de los barrios más conocidos de Londres, donde se ubica la famosa Battersea Power Station.
Estamos en diciembre y la Navidad inunda las calles y los barrios (como debe ser). Desde el pueblo más alejado a la ciudad más contemporánea, desde la costa más abrupta a la montaña más escarpada, desde el norte hasta el sur o desde el este al oeste, todos están ya preparados para celebrar estas fiestas. Pero para no movernos demasiado, nos vamos a detener en el norte, en concreto, en Londres, donde aún esperan las consecuencias del Brexit, y, particularizando aún más, vamos a visitar el popularísimo barrio de Battersea, junto al Támesis.
Tal vez conozcas el barrio porque allí estudian los hijos de los Duques de Cambridge, George y Charlotte, o tal vez lo recuerdes por sus innumerables apariciones en los medios: en portadas de revistas, en películas, series de televisión y carátulas de discos. Pero el barrio es conocido principalmente por un poderoso y robusto edificio: el Battersea Power Station, una icónica central eléctrica construida en 1939, que apareció la película Help! de Los Beatles (1965) y en la portada del álbum Animals en 1977 de Pink Floyd, obvio.
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Una central eléctrica reinventada en un edifico de viviendas de lujo
La Central terminó sus días en el año 1983, mejor dicho, terminó sus días industriales, porque su vida útil no ha acabado, al menos, hasta el 12 de diciembre de 3011 (has leído bien), cuando finalice el contrato de arrendamiento firmado entre el ayuntamiento de Londres y las empresas adquisidoras de este bien inmueble, protegido con el grado II*, Edificios particularmente importantes o de especial interés. Así que la central tendrá una nueva y larga vida, «God save the Queen!», que diría un londinense.
De hecho, podríamos decir que tendrá una vida de lujo, dado que es objeto de uno de los planes urbanísticos más ambiciosos de la City. En él se invertirán 8 mil millones de libras esterlinas o, lo que es lo mismo, 9,39 mil millones de euros (cifras que marean). La propiedad la ostenta un consorcio compuesto por las empresas SP Setia, Sime Darby y Employees Provident Fund (EPF). Según ellos, Battersea Power Station será un lugar para vivir con las más modernas tasas de confort, donde turistas y residentes podrán disfrutar de una combinación única de restaurantes, comercios, parques y espacios culturales.
La nueva imagen de Battersea Power Station
Este megaproyecto se ha desarrollado en tres fases: la primera se llama Circus West Village, y sus trabajos se iniciaron en julio de 2013. En esta fase se han construido más de 90.000 metros cuadrados de la mano del estudio de arquitectura SimpsonHaugh and Partners. El proyecto se ha plasmado en un edificio de 17 metros de altura por 327 de longitud, de forma escalonada, que alberga 753 apartamentos, restaurantes y bares, un gimnasio, un teatro comunitario, comercios, oficinas y parkings para vehículos. Además, el proyecto suponía restaurar los arcos ferroviarios, todo un reto (las obras finalizaron en septiembre de 2017).
La segunda fase conlleva la restauración del edificio principal, la central eléctrica, cuyas obras se iniciaron en febrero de 2014, creando 254 apartamentos dentro y encima de la estación, denominándose Switch House East, Switch House West y Boiler House Square, según su ubicación.
La tercera fase implica la creación de una nueva calle con el nombre de The Electric Boulevard, un bulevar diseñado por los aclamados estudios de Gehry Partners y de Foster + Partners (¿te suenan, verdad?). Esta calle será la puerta de entrada principal de todo el vecindario y se conectará con una nueva estación de Northern Line.
Tres compromisos del proyecto Battersea Power Station
Battersea Power Station prevé finalizar las obras en el año 2025 con la construcción de 3.444 residencias, 517 viviendas asequibles (para personas con bajos recursos económicos), 250 locales comerciales, parques, una biblioteca, un centro médico y guarderías (de vanguardia, por favor). Todo este proyecto abarcará unas 17 hectáreas, de las que 7,28 serán espacios públicos, que incluirán un parque junto al río, frente al famoso barrio de Chelsea.
Uno de los compromisos de la macro construcción es el reciclaje. Los escombros y materiales desechados serán reciclados para otros proyectos de construcción, así que el Támesis se ha convertido en una vía verde, mediante la cual se espera reducir seis toneladas de emisiones de dióxido de carbono al día, gracias al traslado de los residuos generados. Por supuesto, gran parte del consumo eléctrico de los nuevos inmuebles se realizará mediante el uso de energías renovables.
Las chimeneas, miradores de 360 grados
Una de las partes más emblemáticas de la central son sus cuatro chimeneas, que ya no tendrán el uso para el que fueron concebidas, pero su icónica silueta debe conservarse. Los promotores desmantelaron cada torre y reconstruyeron sus 101 metros de altura, instalando una plataforma de observación de vidrio en la parte superior de una de ellas (la noroeste). Esto se convertirá en un espectacular reclamo turístico, gracias a sus 110 metros de altura y las vistas de 360 grados.
Foster + Partners se encargarán de diseñar y construir los edificios al oeste del bulevar, donde se ubicarán 103 viviendas asequibles, hoteles y áreas comerciales. Pero lo mejor estará al otro lado del bulevar, donde Gehry Partners ha diseñado unos espectaculares edificios que albergarán 1.300 apartamentos, un hotel de 160 habitaciones y 32.500 metros cuadrados de comercios, restaurantes y espacios de ocio. Son edificios «a lo Gehry», con fachadas seccionadas, haciendo cambios bruscos y desorientando al espectador.
Uno de los lugares más visitados de Londres
Como espacios de lujo que son, todas las fases poseen instalaciones de ocio de última generación: gimnasio, salón y clubs de varios tipos. Uno muy popular será el Club Riverhouse, con vistas al río Támesis, que incluirá comedor, salas multimedia y un salón privado en lo alto denominado Battersea Roof Gardens. Este espectacular club estará ubicado en uno de los edificios de Foster, cuyos espacios verdes han sido diseñados por James Corner Field Operations, al que ya conocemos de otro magnifico edifico en Nueva York.
Al final, una extensión enorme en un singular y privilegiado sitio de Londres terminará convirtiéndose en uno de los mayores atractivos urbanísticos del Orbe. Un espacio variopinto, preparado y diseñado para toda clase de personas y sus diferentes interacciones. En definitiva, de eso trata la arquitectura urbanística, de crear espacios acorde a los tiempos, respetando, cuidando y restaurando los hitos del pasado, para que brillen con fuerza hasta, al menos, el año 3011.