¿Bañarte a 300 metros de altura en un rascacielos horizontal? Sí es posible

La poderosa presencia de China en el orbe se hace patente no solo por su milenaria cultura, capaz de influir en diversas facetas de nuestra vida, como la alimentaria o la comercial. Los tentáculos del gigante asiático se dejan ver sin decoro y con una ambición desmedida, que se hace más patente cuando nos introducimos en su territorio, porque es allí donde muestran sin pudor su singular poder, construyendo impresionantes infraestructuras como la que hoy os mostramos: Raffles City Chongqing.

Raffles City Chongqing es un proyecto urbano de primer nivel, construido en un lugar icónico de la ciudad de  Chongqing: el cruce entre los ríos Yangtze y Jialing, en el distrito financiero de Jiangbei. La ubicación ha jugado un papel primordial en el diseño, dado que ha permitido que el arquitecto haya ideado la más increíble de las insignias. El edificio imita la forma de un velero tradicional chino, que audaz despliega sus telas sobre una cuña terrenal, eso sí, con forma de rascacielos.

Un diseño que imita un antiguo navío chino

La proeza arquitectónica, cómo no, ha surgido de la mente de uno de los más afamados arquitectos del mundo: Moshe Safdie, creador del Marina Bay Sand, quien se puso manos a la obra tras recibir el encargo, ideando los ocho rascacielos que componen la idílica construcción. De las ocho, las dos primeras torres alcanzan los 350 metros de altura, convirtiéndose en las más altas de la ciudad. Las otras seis, situadas detrás de las anteriores, alcanzan los 250 metros de altura, situando la parcela en una de las más prolijas en edificios de más de 200 metros de altitud.

Los rascacielos mantienen dos de sus fachadas de forma rectilínea, las que dan al este y al oeste, sin embargo, las fachadas que dan al norte y al sur (frente y trasera del complejo) están arqueadas de forma cóncava y convexa, todas en el mismo sentido, simulando el movimiento de las velas de los antiguos navíos chinos. Su diseño es una genialidad digna de quitarse el sombrero, pero no es la más importante… Sobre los cuatro rascacielos interiores se posa una mega estructura de enormes dimensiones llamada The Crystal.

Un rascacielos horizontal que se apoya en cuatro torres

Se podría decir que The Crystal es el noveno rascacielos, aunque en realidad se trata de un puente aéreo de enormes dimensiones. Se trata de una estructura de forma tubular apoyada en cuatro rascacielos de 300 metros de longitud, 32,5 metros de anchura y 26,5 metros de altura. Es decir, el noveno rascacielos alcanza los 276,5 metros sobre la cota cero. Es, sin duda, la joya del conjunto arquitectónico y una proeza de la ingeniería moderna. Nos podemos imaginar lo que hay en ella… un espectacular mirador, exuberantes jardines, restaurantes y la guinda: ¡Una mega piscina infinita!

La estructura de acero del puente aéreo pesa 12.000 toneladas, lo mismo que la Torre Eiffel de Francia, y está protegida por un anillo ejecutado con 3.000 placas de vidrio y 5.000 paneles de aluminio. Para la construcción de la estructura, ésta se dividió en nueve segmentos, cuatro ejecutados in situ sobre los rascacielos de apoyo, tres segmentos suspendidos entre las torres, que se elevaron desde el suelo mediante gatos hidráulicos, y dos voladizos a los extremos compuestos por piezas ensambladas desde los edificios. Esto nos lo podría explicar la empresa encargada de las operaciones de izado, Favelle Favco Group.

Viviendas, oficinas, parques y un centro comercial

La nueva zona urbana tiene todo para poder desarrollar una vida completa. Residencias, de las que están en venta actualmente 772 viviendas distribuidas en tres rascacielos y que según la promotora Capitaland poseen propietario un 72% de ellas; oficinas, la mayoría en las dos torres de 350 metros; parques y zonas de ocio, tanto en The Crystal como alrededor y en medio de los edificios; muelle deportivo; hotel de lujo y un enorme centro comercial en su base. Está claro que quien viva aquí tendrá casi todo a mano.

En total, el singular complejo posee 1,12 millones de metros cuadrados de superficie construida que han costado unos 4,8 billones de dólares, al cambio, 4,32 billones de euros. Bajo sus torres y en forma de podio se encuentra un centro comercial de cinco plantas y 235.000 metros cuadrados de superficie, con capacidad para 450 tiendas. El fin de semana de su inauguración (septiembre de 2019) alcanzó la apabullante cifra de 900.000 visitas, según sus promotores, los cuales han dicho que el 95% de los comercios estaban adjudicados para ese día.

Dos puntos a tener en cuenta, el viento y la influencia del conjunto

La empresa de arquitectura local P&T Group International Ltd ayudó a que la planificación urbanística fuera especialmente cuidadosa con el trazado de las principales calles y avenidas de esa parte de la ciudad, modernizando y adaptando las nuevas zonas para que la transición entre estas y las existentes fuera mínima. De esta forma las nuevas terminales de metro, autobuses y ferry se complementan con el entramado histórico. La empresa que resolvió los problemas logísticos y llevó el control de la obra (lo que en nuestro país homologaríamos al trabajo de los arquitectos técnicos) fue Rider Levett Bucknall.

Los orgullosos padres de la ingeniería del complejo, la internacional Arup, la estadounidense Parsons Brinckerhoff y la especialista en fachadas ALT pueden presumir de su gran esbeltez, que llega a una relación de 9,5 metros de altura por cada metro de anchura. Para que las estructuras fueran capaces de absorber las cargas propias y los empujes del viento, se optó por la distribución de las mismas en cuatro mega-columnas en esquina, conectadas a un núcleo central de hormigón armado. El estudio estructural tuvo que tener muy en cuenta el empuje del viento y la influencia del conjunto, pues pensemos que ocho rascacielos en un mismo solar pueden afectarse mutuamente.

China, un país puntero en rascacielos

Del diseño del interior se encargaron las empresas CL3 Architects Ltd. y The Buchan Group.  La primera compañía se encargó de los rascacielos, el hotel de cinco estrellas de la casa Ascott y el centro de convenciones; mientras que la segunda trabajó en el centro comercial. China lleva años siendo el país que más rascacielos construye. Su férrea economía parece no tener fin y, podrá gustarnos o no, pero no hay duda de que sus proyectos son cada vez más espectaculares, proyectos en los que utilizan todos los medios a su alcance y, como herramientas, la arquitectura y la ingeniería tienen mucho que decir.