Tres originales minicasas para disfrutar del tiempo libre
Nada como un minihogar para disfrutar de nuestro tiempo libre con plenitud, independencia y mucho estilo.
Desengañémonos, nada hay mejor que disfrutar en casa del tiempo libre. Está muy bien disfrutar de una espectacular habitación de hotel, de un bonito apartamento alquilado o de un peculiar albergue, incluso hay quienes intercambian su hogar para descubrir sitios nuevos en la vivienda de otra persona… todo esto está muy bien y provoca nuevas sensaciones… pero si realmente queremos deleitarnos en nuestras horas de asueto, lo mejor es hacerlo en una casa de nuestra propiedad y cuanto más pequeña y transportable, mejor.
El quiosco portátil
Como en The Luxonomist estamos por la labor de enseñaros lo más versátil del mercado, en este artículo os mostraremos tres minicasas para disfrutar a tope del siempre deseado tiempo libre. Y empezaremos a lo grande, con un modelo llamado Casa Ojalá, que podréis ver en la Milan Design Week, la Feria Internacional del Mueble de Milán que tendrá lugar entre el 9 y el 14 de abril de 2019. Si te acercas podrás tocar esta impresionante miniresidencia a escala 1:10.
El diseño corre a cuenta de Isabella Invernizzi y Beatrice Bonzanigo, del estudio de arquitectura IB Studio y abarca alrededor de los 27 metros cuadrados con planta en forma circular. Esta exquisita residencia tiene un ingenioso sistema de manivelas y poleas con el que se mueven las distintas paredes. De esta forma se permite la configuración interior según las necesidades de los usuarios. ¿Cómo se consigue? Pues mediante postes que despliegan paredes de tela, a modo de pergaminos verticales.
La envolvente exterior está formada por lamas verticales de madera que se extienden para protegernos del clima. En el interior, los espacios se dividen con mucho ingenio por las paredes prolongables, pudiendo albergar hasta 20 distintas configuraciones donde caben: la sala de estar, la cocina, dos dormitorios, un baño y una terraza, además, claro, de poder dejar libre el espacio, solo con suelo y cubierta (me recuerda mucho a un tiovivo sin caballitos…). Lo único que tenemos que ejecutar es una pequeña base de hormigón. Por supuesto, es trasladable, aunque al necesitar una base fija es más complejo su movimiento, no como la minicasa que os presentamos a continuación.
La caravana rosa chicle
Esta minicasa viene con el segundo mejor invento de la humanidad (recordad que el primero es la escalera): la rueda. ¿Qué mejor manera de pasar las vacaciones que en una casa remolcable? ¿Y de color magenta? La elección del brillante color rosa por parte del creador lleva un mensaje implícito: ¡Libérate de las hipotecas!
No seré yo quien aconseje dejar la residencia habitual por esta miniresidencia de casi siete metros cuadrados, pero sí que es un buen elemento para disfrutar de la naturaleza allá donde esté, dado que no ocupa mucho espacio y es muy práctica. Construida con un marco de madera contrachapada, con aislamiento térmico incluido, este pequeñísimo recinto contiene sofá cama, calefacción, váter químico y una pequeña cocina, además de una mesa plegable al exterior para disfrutar de las cenas bajo las estrellas.
Su creador, Joshua Woodsman, las tiene a la venta por unos 10.000 dólares, unos 8.800 euros al cambio. Él presume de su pequeño tributo a la libertad porque la vivienda tiene muebles inteligentes, una instalación eléctrica con la que puedes conectarte allá donde vayas, con tres enchufes y un foco exterior. La cocina es de gas y la caravana posee redes en las paredes y el techo donde guardar toda clase de cosas. No hay duda que la Pin-Up House es muy divertida (y está bien pensada).
El cubo flotante
¿No te convence ninguno de estos dos diseños? ¿Quieres estar más cerca del mar? Pues también tenemos una propuesta interesante para ti: el Koda Light Float, así, como suena. Esta singular edificación no se apoya en una base de hormigón, ni en ruedas, lo hace sobre pontones que garantizan la estabilidad sobre una superficie acuosa, al menos, cuando no hay tormenta. La empresa Kodasema (especialistas en viviendas modulares), se unió para esta aventura con la empresa Top Marine, especialistas en construcciones sobre el mar.
Con un estilo que recuerda al mediterráneo, la construcción de madera, vidrio, lana mineral y acero, se configura con forma de ortoedro en dos alturas, posee una ventana de piso a techo que proporciona mucha luz y ventilación. Además su estilo minimalista interior permite el máximo aprovechamiento del espacio. Tiene de todo, hasta terraza donde brindar una espectacular velada a tu ser más querido; esto sí que es flotar con estilo.
Su superficie es de 26 metros cuadrados, con un “gran” salón, un dormitorio, un aseo, cocina y terraza. Está aislada a base de lana mineral, para que podamos vivir en ella todo el año, aguantando los climas más extremos. Para ello se ayuda de acabados interiores y exteriores de madera contrachapada o paneles de zinc (al exterior). Si eres capaz de imaginarte en esta minicasa bebiendo un café junto a la barandilla de vidrio que te separa del agua, estás más cerca de apropiarte de una… ¿o no?