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Saborear un helado es siempre un éxito. No importa la edad de quien lo deguste, un helado siempre es un sí. Podemos discutir sobre los distintos sabores pero lo hacemos mientras paladeamos el que tenemos entre manos. Hemos puesto a prueba una máquina que es capaz de fabricar felicidad, una heladera para preparar helados en casa. Y sí, ahora somos más felices. La heladera Ninja Creami Ninja Creami es el nombre del dispositivo que nos permite elaborar nuestros propios helados sin tener que ir a comprarlos fuera. Es capaz de crear los helados que queramos, pero es mucho más que eso. Con esta heladera podemos preparar los helados de nuestros sabores favoritos pero también podemos volvernos locos haciendo batidos, sorbetes, smoothies o yogur helado de la forma más sencilla. Su facilidad de uso es pasmosa. Elegimos el ingrediente que más nos guste, lo introducimos en una de las tarrinas preparadas para ese menester, lo congelamos 24 horas y tras ello lo batimos en la Ninja Creami. Después solo nos queda disfrutar con su sabor y lamentar no haber congelado las otras tres tarrinas que vienen con el aparato para seguir degustando nuestras creaciones. Seis postres helados a un clic Foto: Ninja Con la heladera Ninja Creami todo está a un botón de distancia. Eso es lo que nos separa de comenzar a saborear nuestras preparaciones. Tiene seis programas automáticos y uno extra. Dependiendo de nuestros gustos o de la receta que queramos confeccionar podemos seleccionar helado, que nos dará un resultado cremoso; sorbete, ideal para hacerlo con frutas; helado ligero; smoothie con el nivel de espesor ideal; gelato para tener en casa el estilo más italiano y por último batidos para beber directamente. El extra nos brinda la posibilidad de aderezar nuestras elaboraciones con nuestros toppings favoritos como pepitas de chocolate o frutos secos. En todas estas opciones el resultado es excepcional y asombrará a nuestros invitados. ¿Un helado en casa? Siempre sí Foto: Ninja Es fácil de hacer y genera dos reacciones inmediatas. La primera es evidente, nos refresca y alivia el calor. Y la segunda es que activa nuestras neuronas más creativas puesto que mientras paladeamos nuestra creación ya estamos pensando en qué más podemos congelar para conseguir un delicioso helado, sorbete o smoothie. Las posibilidades son infinitas y el resultado es asombroso y sano. Sano porque al hacer nosotros mismos la receta no es necesario añadir ningún tipo de azúcar. Tan fácil como congelar unas cuantas fresas, por ejemplo, pasarlas por la heladera Ninja Creami y saborear un helado sanísimo, solo con fruta. Sólo hay una tarea ardua y durísima: decidir el sabor que queremos degustar. Esa labor será la que nos lleve minutos decidir, crear el helado y saborearlo es cuestión de segundos.

HOGAR

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