Para muchos como yo, septiembre y octubre son los mejores meses del año para viajar. Días aún con muchas horas de luz, un clima más suave y menos gentío en los destinos son grandes argumentos para elegir estas fechas. Le he cogido el gusto a los viajes rápidos de fin de semana, y mientras preparo la mochila para mi vuelo a Ibiza me he puesto a elegir… ¿qué gadgets tecnológicos y accesorios no pueden faltar en las escapadas?
Y es que la tecnología no solo sirve para trabajar o distraernos, también mejora las experiencias que vivimos. Nos las guarda como recuerdo para revivirlas, nos mantiene conectados con lo que más queremos e incluso nos desconecta de todo aquello que nos incordia mientras descansamos. La tecnología es tan fundamental que no podemos plantearnos un viaje sin ella. Esta es mi selección de cacharritos, por si puede inspirar a la tuya.
Una amiga me dijo hace tiempo que el iPhone era ya una extensión de su mano, y no puedo estar más en sintonía con ello. No porque viva obsesionado con él, ni mucho menos, sino por lo utilísimo que me resulta. Es una herramienta fenomenal para llevar todo al día y organizado durante las vacaciones. Si vas a coger vuelos, la app de Flighty se encarga de mantenerte al tanto del estado de tus vuelos.
Las confirmaciones de los hoteles y los coches de alquiler en la aplicación de Notas es un imprescindible. Suelo llevar también a mano recomendaciones de sitios para visitar y para comer, en listas de Google Maps o The Fork. Y para pagar nunca llevo dinero encima, uso mi tarjeta en Apple Pay.
El iPhone es por otro lado el inmortalizador de recuerdos por excelencia. Es quizá la mejor cámara móvil del mercado. Levantar, disparar y tener un retrato increíble de tu familia, una panorámica de esa puesta de sol espectacular o un vídeo de las olas del mar en la playa. Desde que tengo el iPhone no he vuelto a cargar con una cámara reflex en ningún viaje. Y eso es mucho decir para un apasionado de la fotografía como yo.
La música es la banda sonora del alma. Soy terriblemente malo con las descripciones, no sería capaz de decirte el color de los ojos de mi mejor amigo. Pero podría decirte perfectamente cuál es su canción favorita o la que nos encanta escuchar a los dos. La vida sin música es tremendamente aburrida. El año pasado escuché 85.000 minutos de música.
En mi mochila para cualquier escapada siempre van unos gadgets fundamentales: los AirPods Pro. Me encanta la calidad del sonido y lo potente que es la cancelación de ruido. Incluso para los vuelos, donde los auriculares de este tipo suelen sufrir más a la hora de anular el ruido de los motores. Este modelo de Apple es excepcional y no genera especial presión en los oídos. Sumando que son muy compactos y entran en cualquier bolsillo, no los dejo nunca en casa.
Y para los momentos más de relax, siempre viene conmigo el Sonos Roam. Este pequeño altavoz portátil del tamaño de una botella de agua me deja disfrutar de mis canciones favoritas a la calidad de los ángeles (suena realmente bien) en la terraza, la playa, la piscina, el jardín, la ducha… Todos esos sitios donde necesitas que la música sea indispensable. Y no lo neguemos, este nuevo color Sunset le sienta espectacular.
Aunque utilizo el Mac a diario para trabajar, cuando viajo por ocio siempre renuncio a llevarme el portátil. Tenerlo ahí es una tentación de abrirlo y ponerme a hacer cosas pendientes (lo malo de los teletrabajadores). Por eso siempre llevo a cuestas mi iPad Air, que es además un producto genial para otras muchas cosas que el ordenador no puede hacer. Gracias a la conectividad 5G no necesito estar pendiente de lugares sin acceso al WiFi.
Sí, uso mi iPad para responder emails o revisar documentos. Pero lo uso también para estar al tanto de las noticias, leyendo piezas de actualidad de mis compañeros en The Luxonomist, o para ver alguna peli en Disney+.
El iPad es genial para esbozar notas e ideas con el Apple Pencil en Freeform, la nueva app con la que Apple te deja un lienzo libre para imaginar y crear. Y a mí, si me encanta por algo, es por lo fácil que es editar fotos con Photomator, una auténtica maravilla de aplicación que aprovecha la inteligencia artificial del chip de Apple para hacer lucir mi lado fotográfico más artístico. El iPad es el auténtico todoterreno.
Me encanta volar. Y no por nada especial, pero lo prefiero mil veces antes que el tren o el autobús. Supongo que me da muchísima paz saber que estoy a miles de metros de altura sin conexión a nada que me pueda distraer. Y eso me da paso a entretenerme con dos cosas que apenas disfruto en mi día a día en casa: los libros y los videojuegos.
De pequeño devoraba los libros. Sin piedad. Me duraban 2 días. Y ahora que soy un poco más mayor, apenas leo. Así que aprovecho sobre todo las escapadas para coger alguna novela, preferiblemente de ficción policiaca o romántica, y leerla en otro de mis gadgets favoritos, el Kindle. Siempre he sido de Kindle, y el nuevo modelo más básico incluye pantalla iluminada para leer a oscuras o en la cama. ¿Quién ha dicho música, playa y lectura? Sí, he sido yo.
Sin embargo, de pequeño nunca me llamaron la atención los videojuegos. Han empezado a hacerlo ahora, y ha sido con la Nintendo Switch. La generación que nos criamos con una Wii o una Nintendo DS en casa, aunque apenas la utilizásemos, tenemos cierta predilección por la marca japonesa.
La Switch es otro de los gadgets que me acompaña hace unos meses (también en viajes y escapadas) y me flipa el plan de echar unas partidas a juegos tan buenos como el Mario Kart, cazar fantasmas en Luigi’s Mansion 3 o negociar con todo el mundo en Animal Crossing en el rato del vuelo. Nunca pensé que pudiese engancharme tanto a una consola, la verdad.
Hay ciertas cosas (si hablamos de gadgets) que tienen que estar en la mochila siempre (en el día a día y en las escapadas). Parece una tontería, pero cuando llevas muchos «cacharritos» hay que cargarlos todos. Siempre llevo encima un par de adaptadores Anker Nano 3 de 30W, que son super compactos y entran en cualquier sitio, y cables para cargarlo todo. Además, suelo llevar la batería MagSafe de Apple, que me hace falta para darle un chute extra de energía al iPhone a media tarde.
Nunca he tenido muy buen ojo con la moda, pero mis amigos dirían que soy bastante presumido. Apenas llevo pulseras, pero lo que siempre tengo puesto es mi Apple Watch. Y para darle un poco de gracia, suelo llevar conmigo un montón de correas de diferentes colores y acabados para combinar con cada outfit. Si tuviese que elegir una sería la nueva edición especial Orgullo, que es muy colorida y transmite vida.
Quizá te parezcan muchas cosas, o quizá pocas. Esto es todo lo que yo siempre meto en la mochila. Tecnología que ayuda a crear momentos únicos y a dejarlos guardados para siempre.
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