Probamos una dashcam, la cámara que dice la verdad en caso de accidente

Para aumentar la seguridad de nuestros coches toda medida es poca. De hecho, cualquier elemento que venga de serie en los nuevos vehículos es más que bienvenido. La tecnología tiene mucho que decir en el campo de la automoción y todas las ideas van en la misma dirección: mejorar la seguridad y prevenir accidentes. Y un elemento que es muy habitual en otros países pero que en España aún está en su fase primigenia son las dashcams.

Son unas pequeñas cámaras que se colocan en el salpicadero del coche y sirven para grabar todo lo que nuestro coche recorre en nuestros desplazamientos. Es algo así como ponerle ojos a nuestro vehículo para vigilar todo aquello que pueda suceder frente a nosotros. Hemos instalado una de ellas y hemos puesto a prueba la utilidad de un elemento como este.

Probamos una dashcam de 70mai

70mai es la marca que hemos podido probar y su modelo se denomina A810 4G. Se trata de un par de cámaras con un pequeño monitor que situamos en la parte delantera de nuestro salpicadero, junto al espejo retrovisor interior.

Con ellas podemos ver y grabar todo lo que ocurre tanto en el exterior como en el interior. Algo que resulta de una gran utilidad por varias razones. En caso de estar involucrados en un accidente nuestra cámara proporcionará las evidencias necesarias para determinar lo que pasó.

La cámara realiza una grabación con una excelente calidad de imagen y una alta definición, 2592 x 1944. Un tamaño que hasta hace bien poco era una calidad lejana para cámaras de vídeo convencionales. Puede grabar incluso en situaciones de muy poca luz y tiene un buen control antideslumbramientos para que la imagen permanezca nítida.

Cómo funciona una deshcam

El modelo A810 4G de 70mai puede conectarse a nuestro teléfono móvil y desde él podremos configurar nuestras grabaciones, revisar las ya producidas, hacer fotos o configurar lo que queremos que haga nuestra dashcam mientras dejamos el coche estacionado. Sí, así es, podemos hacer que la cámara grabe el interior del coche mientras no estamos dentro y el coche se queda solo. Todo gestionado por su chip IMX335 de Sony.

Si adquirimos la cámara trasera RC06 tendríamos controlado todo desde el mismo dispositivo puesto que es capaz de hacer una grabación de doble canal. Es decir, grabaríamos todo lo que sucede en el frontal y en la trasera de nuestro vehículo mientras circulamos por carretera o ciudad. Con su grabación a intervalos no nos perderemos nada pero optimizaremos el almacenamiento de la tarjeta de memoria. Todo ello con conectividad 4G.

¿Todo el mundo puede usar una cámara de estas?

Una dashcam como la A810 4G es totalmente legal en nuestro país. Puede ser de gran utilidad puesto que nos puede proteger contra el fraude de aquellos que quieran cometer accidentes premeditados para estafar al seguro o efectuar falsas reclamaciones. Del mismo modo hace que quien la instale en su coche aumente su nivel de responsabilidad al ser más conscientes de que todo lo que hacemos está quedando registrado.

Su instalación es realmente sencilla y cualquiera puede hacerlo por su cuenta. Su precio es de 338 euros incluyendo el kit de cables, un filtro para la lente y una tarjeta de memoria donde registrar todo lo que captemos. En resumen, instalar una cámara de este tipo en nuestro vehículo nos puede proporcionar tranquilidad y una seguridad adicional de manera activa con su sencilla instalación.