El resort sostenible de las orugas de Sri Lanka, lujo y eco hospitalidad
Este espectacular resort de Looper Suites en Sri Lanka nos muestra cómo podemos disfrutar de las vacaciones rodeados de naturaleza y con sólo una tela cubriendo nuestro techo.
Como vimos cuando visitamos un hotel de lujo en pleno desierto de Namibia, la nueva realidad del turismo, incluso antes que apareciera la pandemia, tiene mucho que ver con la sostenibilidad y, en concreto, con la Eco Hospitalidad. Ahora se busca que el cliente se muestre satisfecho de haber disfrutado de la estancia y pueda sentirse orgulloso de contribuir a ser eco responsable, o lo que es lo mismo, contribuir a salvaguardar del planeta Tierra. Hoy visitamos un resort de Looper Suites en Sri Lanka, que sigue el mismo concepto medioambiental y turístico.
Las Looper Suites de Sri Lanka
Se trata de unas construcciones conocidas como Looper Suites y que se ubican dentro del complejo Wild Coast Tented Lodge. Este nombre tan particular se lo dio el equipo de diseño, formado por Olav Bruin, Louis Thompson y Freddie Catlow, del estudio de arquitectura Nomadic Resorts.
Un estudio especializado en el sector hotelero con una visión holística con la que crean proyectos sostenibles. Una característica que debe estar en el ADN de la nueva generación de diseñadores si queremos que el futuro sea más habitable.
La construcción finalizó en el año 2017 y se ubica dentro del Parque Nacional Yala, mirando hacia el Océano Índico. En total se compone de 36 suites independientes llamadas Loopers por su curiosa forma orgánica de oruga.
Posee una estructura de membrana extensible que se diseñó para una rápida construcción y con la intención de ejecutar campamentos aislados en sitios medioambientalmente sensibles. De hecho, los arquitectos diseñaron también otras curiosas formas como el Seedpod, el Surfpod y el Urchin.
Villas privadas con todo tipo de lujos y en plena naturaleza
La empresa promotora, Resplendent Ceylon, encargó que 8 de las 36 construcciones fueran Urchins, especialmente diseñadas para los más jóvenes aventureros de la familia. Éstas se han dispuesto en forma de huella de pata de leopardo, el rey del Parque Nacional con permiso del elefante, y se adentran desde la playa a la arboleda cercana.
El primer grupo de viviendas, compuesto por cuatro villas frente al mar, tiene piscinas privadas. Los demás grupos poseen un abrevadero cercano diseñado para atraer la vida silvestre. Aquí es posible levantarte y ver una garza real o un pato aguja asiático.
Construcciones que respetan 100% la naturaleza
Las vainas que conforman las habitaciones del hotel alcanzan superficies entre los 42 y los 55 metros cuadrados. Se ejecutan por medio de la colocación sobre pequeños pilotes de hormigón de unos arcos de acero, a los que se sujeta una membrana resistente a la intemperie.
Los pilotes se anclan al terreno, pero el piso de la construcción se eleva sin tocar el suelo, permitiendo que la vida natural fluya debajo. De esta forma, si existiera un riachuelo, canales o senderos pluviales, no interrumpirá su camino debido a elementos indeseables.
Los arcos de acero permiten dos aberturas: la delantera y la trasera. Éstas se delimitan mediante carpintería con doble acristalamiento de baja emisividad, que te protegen de los cambios de temperatura mientras disfrutas del paisaje circundante. Por supuesto, esta no es toda la carpintería.
En los laterales varias ventanas de ojo de buey permiten la entrada de luz, siendo al mismo tiempo el compañero estético perfecto, además de permitir un mejor encaje en la tela debido a su forma circular.
Cobre, el material protagonista de la construcción
Dentro el espacio se puede dividir para albergar un dormitorio de unos 28 metros cuadrados, y una sala de estar con un baño, que abarca el resto de superficie. El diseño interior corrió a cuenta de Bo Reudler Studio, quienes apostaron por un toque aventurero, incluyendo elementos y materiales que acentuaran la sensación de descubrimiento contemporáneo.
Así, utilizaron materiales locales como la piedra, el cuarzo y el ladrillo de barro, que combinan con otros como el cobre, el latón, la madera y los textiles.
De esta forma, el cobre se convierte en el elemento que más se vislumbra, con permiso del textil que forma la cubierta en forma de bóveda. Su textura cambia con el paso del tiempo, y sirve como accesorio ensamblador para los muebles, para el paso de las instalaciones, para recoger el agua en forma de lavamanos o recibirnos en forma de elegante bañera.
Sin duda, acertaron de lleno eligiendo este magnífico material, que hace guiños a los tonos caoba de la madera, al mismo tiempo que permite el protagonismo de las vistosas alfombras del lugar.
Confort y sostenibilidad conviven en las Looper Suites
Pero el concepto de lujo y vida contemporánea actual nos obliga a introducir una serie de instalaciones que permitan el confort. Además, materializar un consumo eficaz para estas instalaciones será clave para obtener la tan deseada Eco Hospitalidad.
Para conseguirlo, el complejo cuenta con paneles solares que producen el 40% de las necesidades energéticas; los residuos alimenticios se procesan para producir biogás para la cocina; las aguas grises se reciclan para regar los jardines; y el calor residual del aire acondicionado se utiliza para calentar el agua que se usa en los Loopers.
Lo principal es la sostenibilidad
La empresa XCO2 Energy se encargó de la ingeniería, empleando una simulación dinámica y modelado de CFD (dinámica de fluidos por computadora). Con ello establecieron la mejor estrategia de diseño ambiental para las orugas. Ellos fueron los responsables de la aplicación de las medidas sostenibles y de evaluar el impacto ambiental en la zona.
El consultor de iluminación Robert Jan Vos fue otro de los afortunados que trabajó en la construcción, diseñando las luminarias led´s que acompañan las construcciones en el interior y exterior, creando un mágico ambiente de noche.
Una construcción a cargo de técnicos profesionales y pescadores
La idea de ejecutar hoteles de lujo ecológicos es algo que invade el mundo asiático de forma especial. En esta ocasión llega con ideas innovadoras que han sido ejecutadas por la mano de obra local, con el necesario adiestramiento de técnicos profesionales venidos de otras partes.
Pensar que este bello y sostenible complejo fue construido por las manos de pescadores es parte del encanto, y observar la naturaleza en primera línea, sin hacerle daño, es un premio adecuado para los más exigentes.