De molino harinero a hotel de lujo con Estrella Michelin, así es Molino de Alcuneza

El término de «España vaciada» se acuñó hace unos años para hacer referencia a esas zonas de nuestro país que han sufrido migraciones masivas y que ahora están prácticamente despobladas. Ciudades, pueblos y aldeas en los que se encuentra el ADN de nuestro país, su riqueza cultural, natural, gastronómica y, sobre todo, la esencia de lo que somos.

En mitad de esa España vaciada todavía encontramos lugares especiales como Molino de Alcuneza, un Relais & Châteaux ubicado en un antiguo molino harinero que trabaja cada día para conservar esa esencia y tratar de transmitírsela a los demás.

Molino de Alcuneza, la joya de la España vaciada

Blanca y Samuel Moreno se han erigido como los Guardianes del Territorio en Castilla La Mancha. Concretamente de la zona de Sigüenza, en Guadalajara, una de las que más sufre actualmente de despoblación. Lo hacen escondiendo en esta serranía junto al Parque Natural del Río Dulce un hotel de lujo que invita a sus huéspedes a pasar una estancia con todo tipo de comodidades y conocer la riqueza cultural y gastronómica de los alrededores.

El hotel se ubica en el antiguo molino de harina de Alcuneza, el cual data de los siglos XII y XIII. En los años 70, con el éxodo rural y el fin de la agricultura en la zona, el molino dejó de funcionar y quedó prácticamente abandonado. Fue entonces cuando los padres de Blanca y Samuel lo compraron con el fin de construir allí su casa y restaurar el molino. Así, tras una minuciosa reforma, el resultado fue una gran casa con 11 habitaciones y baños que terminaría convirtiéndose en un hotel boutique.

Es un hotel Relais & Châteaux y un restaurante de Estrella Michelin

Hoy en día es uno de los 24 Relais & Châteaux que hay en España. Un hotel de lujo con 17 habitaciones tipo suite, jardín con piscina, un spa con zona wellness y dos restaurantes. Uno de ellos galardonado con una Estrella Michelin, una Estrella Sostenible, un Sol Repsol y un Premio Sol Sostenible.

El molino, por supuesto, es el gran protagonista del hotel. Éste se ubica en el salón principal, justo al lado de los restaurantes, y está perfectamente integrado con la decoración rústica con toques modernistas que encontramos en el resto del edificio. Mención especial para las lámparas, que se convierten en las protagonistas de las estancias como si fueran auténticas obras de arte.

Sin embargo, quizás el secreto mejor guardado de Molino de Alcuneza sea su cocina. Aquí el que manda es Samuel, que en 2018 consiguió su primera Estrella Michelin. Él está al frente tanto del restaurante bistró, exclusivo para los clientes del hotel, como el gastronómico.

La cocina de arraigo y vanguardista de Molino de Alcuneza

Este último lo abrió hace un año y ya ha conseguido su primera Estrella Verde de la guía Michelin. Lo ha hecho gracias a su cocina de autor, con arraigo, centrada en la tradición manchega, y con productos sostenibles y de kilómetro cero.

En su menú degustación podemos encontrar clásicos como los duelos y quebrantos o el cochinillo, en versión renovada, un ravioli de perdiz estofada toledana o una sopa de puchero. Bocados de antaño, pero con un toque vanguardista.

Aunque, sin duda, el producto estrella del restaurante es el pan, el cual se amasa diariamente. Como buen molino harinero, Samuel pone especial mimo en este producto tan básico en nuestra dieta para el que usa trigos antiguos recuperados y harinas locales y ecológicas.

Guardianes de la España vaciada

Y es que si hay algo importante en Molino de Alcuneza es el origen de los productos que ofrecen. Blanca y Samuel trabajan cada día por mantener la actividad económica de la zona y dar prosperidad y riqueza al territorio. Lo hacen trabajando con proveedores locales que tratan de mantener sus negocios abiertos pese a la despoblación. Una importante labor en la que todos trabajan unidos y bajo el sello de Guardianes del Territorio.

Se trata de una iniciativa de Molino de Alcuneza y bajo la que se agrupan varios empresarios de la zona de Siguenza y Castilla la Mancha. Entre ellos, encontramos los harineros DeSpelta, aceiteros de La Común, mieleros o productores de sal de las Salinas de San Juan. Guardianes que luchan por mantener activa la España vaciada, un entorno de lujo que todos debemos proteger.