¿Qué tal una de Iglú?

Ahora que empieza el buen tiempo y termina la estación blanca, hay destinos algo inhóspitos para nosotros que abren sus puertas y nos ofrecen la oportunidad de seguir disfrutando del frío. Lejos de todo pero a la vez bien comunicado se encuentra Hotel & Igloo Village Kakslauttanen, un hotel familiar en Laponia, Finlandia. Está situado a 250 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico. El aeropuerto internacional más cercano es el de Ivalo, tan sólo a 30 minutos. Finnair y Norwegian tienen vuelos regulares entre Helsinki e Ivalo.

Kakslauttanen nos permite disfrutar de  Laponia alojándonos en un iglú de hielo o de cristal, como los esquimales. Esta se convertirá en una experiencia única e incomparable. El verano de Laponia es agradable, desde mediados de mayo hasta principios de agosto el sol no se pone y las temperaturas se mantienen constantes. El periodo de las auroras boreales se alarga hasta finales de abril.

Los iglús de los que hablamos no son fríos ni desapacibles, son confortables iglús de cristal que permiten disfrutar de la belleza de las auroras boreales y el brillo extraordinario del cielo nocturno. En el interior de su cúpula, con temperatura siempre constante, hay una habitación doble con aseo privado con ducha propia. Las saunas se encuentran en el exterior en edificios independientes.

Kakslauttanen es un hotel inspirado en la naturaleza que refleja el fuerte espíritu lapón. Las cabañas y los iglús se hallan inmersos en la quietud de la naturaleza, en las tierras vírgenes de Laponia. Pero el hotel tiene los servicios y comodidades dignas de un hotel de lujo. Cómodamente a pie podemos llegar desde nuestro iglú o cabaña de madera al spa, restaurante y al resto de los servicios disponibles. El personal internacional estará al servicio de los huéspedes y les atenderán en diversos idiomas.

El Hotel & Igloo Village Kakslauttanen tiene 31 cabañas first-class, 20 fantásticos iglús de cristal y también habitaciones con sauna individual dentro del hotel. De diciembre a mayo también nos podemos alojar en uno de sus 20 iglús de nieve y tomarnos algo en su Ice Bar, casarnos en su capilla de hielo y comer en el restaurante de hielo más grande que existe con capacidad para 150 personas.

Cuentan con la sauna de vapor más larga del mundo, situada  junto a una laguna helada con vistas al poblado de iglús, tiene capacidad para mas de 100 personas en sus dos saunas separadas. Para los amantes de los contrastes también hay baños helados y, si reunimos el valor suficiente, nos podremos sumergir en las heladas aguas de las lagunas por un agujero en el hielo. La temperatura del agua, aunque fría, se mantiene por encima de la temperatura de congelación y ejerce un efecto muy saludable para el cuerpo.

Si pensamos en invierno también podemos disfrutar de una inolvidable visita a Papá Noël y, de cara al buen tiempo, contemplar las auroras boreales es una opción estupenda.