Bottega Veneta confirma las botas de agua como el calzado perfecto para el invierno
Bottega Veneta y otras firmas de lujo como Dior o Valentino incluyen en sus colecciones de otoño/invierno las botas de agua. El complemento ideal para cuando llueve... y cuando no.
Han pasado 15 años desde que Kate Moss popularizara las botas de agua como el calzado ideal para el día a día. Las famosas Hunter se convirtieron entonces en el objeto de deseo de las fashionistas, que las lucían incluso cuando no llovía. Ahora esta tendencia regresa y lo hace en forma de botín, un nuevo calzado que no tiene nada que ver con las tradicionales katiuskas y que seguro a muchos horrorizará.
La botas de agua Puddle Boots de Bottega Veneta
Simulando la forma del clásico botín chealse, pero redondeando la punta y sustituyendo la piel por la goma, llegan las Puddle Boots de Bottega Veneta, la última creación de Daniel Lee. Ya las vimos sobre las pasarelas el pasado mes de febrero y ahora dan el salto al street style.
Estos botines de agua destacan tanto por su forma, como por su gruesa y basta suela, un zapato que recuerda a las botas que llevan los pescadores que salen a faenar y los pescaderos que nos sirven en el mercado. Están fabricadas a partir de un polímero biodegradable, un innovador material sostenible. Su precio 490 euros.
Dior apuesta por las botas de agua de inspiración militar
También en forma de botín, aunque con una silueta más fina y menos basta, presenta Dior sus botas de agua. Se trata de un modelo de inspiración militar que toma como base el clásico botín chelsea. Lo más destacado es la gruesa suela de goma dentada a prueba de charcos y diluvios.
El precio del botín Dioriron de Dior es de 990 euros, y gracias a su diseño más discreto, puede convertirse en la bota perfecta para los días lluviosos del invierno. Y es que se ajusta a las tendencias en botas de 2021: color negro y suela ancha estilo militar.
Para Valentino lo clásico es lo mejor
También Valentino cuenta en su colección con unas botas de agua, aunque estas sí se parecen a las katiuskas que hemos llevado toda la vida. Lo que las hace especiales, además de su precio de 350 euros, es su color negro charol y las tachuelas que recorren toda la parte alta. Detalles que hacen los días de lluvia un poco menos pesados y, sobre todo, más trendy.