Chiara Ferragni volvió a demostrar por qué es una de la influencers de moda más seguidas del mundo. La italiana se volvió a subir al escenario de San Remo para dar una lección de moda, estilo y valores. Lo hacía, de nuevo, con una selección de cuatro espectaculares trajes diseñados por Schiaparelli con los que reivindicaba su papel como mujer y, sobre todo, como madre.
El primero de ellos fue un vestido azul de satén con una armadura dorada que le cubría el pecho. Un vestido 100% Schiaparelli ideado por la propia influencer y su manager, Fabio Maria Damato. Lo titularon La mujer y madre guerrera, y tenía como accesorio principal un bebé dorado que llevaba cogido en brazos.
Tal y como explicó la propia Chiara en redes sociales, el vestido expresa la «lucha femenina contra la culpa de querer reconciliar todo». La dureza de la armadura de oro tallada en los pechos representa una fuerza que no necesita imitar a la masculina para ser considerada igual. Mientras, la falda satén se pinta de azul porque siempre ha sido el color asociado con la sagrada maternidad, aquí representada como un estereotipo de la mujer mientras amamantaba a un niño de oro.
Para su segundo look escogió un vestido más sobrio pero con un significado igual de potente. Su título era La vestimenta de los Derechos Humanos y se basaba en un vestido negro de terciopelo, con silueta recta y manga larga, que destacaba por su marcado escote en V. Allí fue donde Chiara lució un llamativo collar en forma de útero y compuesto por diferentes secciones del cuerpo de una mujer.
Un vestido con el que tanto ella como la firma reivindicaban que «los derechos reproductivos son Derechos Humanos. Porque el acceso al aborto seguro y a la reproducción asistida es una cuestión a la que no debemos renunciar. Porque cada ser humano, hombre o mujer, debería ser capaz de tomar decisiones libremente sobre su propio cuerpo«.
El tercer vestido, titulado Body painting, era un trampantojo. Parecía que la influencer iba desnuda y con su cuerpo totalmente pintado, pero no, se trataba de un espectacular vestido que pertenece a la colección prêt-à-porter de primavera de 2023 de Schiaparelli.
Un llamativo diseño con el que Chiara quería transmitir «la huella dorada del cuerpo de una mujer impresa en el azul de un vestido columna». «En la obra del artista francés, Yves Klein, los cuerpos de las mujeres fueron liberados de su inmovilidad como maniquíes y llamados a imprimir de manera autónoma sus formas en grandes lienzos blancos para ser pintados de azul. Libera tu cuerpo y haz con él lo que quieras, porque el cuerpo de la mujer es la mayor obra maestra de la creación».
Para rematar su paso por San Remo, Chiara Ferragni dejó los vestidos para decantarse por un espectacular traje pantalón con el que entregó el premio al ganador del Festival, Marco Mengoni.
Un look titulado La feminidad masculina, con el que reivindicaba al poder femenino y la igualdad entre hombres y mujeres. «Muchos creen que, para que una mujer sea tomada en serio en ciertas áreas debe adoptar un comportamiento masculino o vestirse como un hombre para demostrar habilidades de liderazgo. El traje pantalón de terciopelo negro, interrumpido por un corsé bordado con perlas en forma de abdominales, pretende ser una caricatura de este estereotipo sexista», señala. «No renuncies a tu feminidad porque alguien la considere una debilidad, porque ahí es donde está la fuerza de la mujer».
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