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Cinta pintada a mano sobre seda. Marsilka. La de hoy es una historia de reinvención, de valentía, de esfuerzo y creatividad. De claves necesarias para el éxito que abarcan mucho más que el talento y una buena idea. Hablamos de Marsilka, una firma que ofrece diseños personalizados pintados a mano sobre seda y que ya ha conquistado a personalidades de todo el mundo. Su alma máter es Marta García del Castillo quien, después de 20 años de trabajo ininterrumpido y un ERE inesperado, decidió montar Marsilka: “No sabía qué hacer después de que me despidieran. Me quedé sin trabajo pero la sensación era la de que me quedaba sin vida". Marta García del Castillo es Marsilka Así que dicho y hecho. La determinación, un curso de Community Manager de la UNED y su asignatura pendiente de estudiar Diseño de Moda le llevaron a emprender. “Se habla del paro juvenil pero las personas que tenemos 40 años, somos madres y tenemos mucha experiencia estamos desahuciadas por el mundo laboral”, comenta Marta. “Así que decidí montar Marsilka porque no podemos esperar a que nadie nos traiga nada. Si no te llega lo que buscas, te levantas y lo buscas tú”, explica. De forma autodidacta, eligió la seda como soporte y las pinturas como modo de expresión. Pronto sus diseños y su iniciativa para darse a conocer hicieron el resto. “Siempre me gustó pintar en telas. Pinté hasta mi vestido de novia de orquídeas fucsias. La elección de la seda fue porque me encanta ver cómo los colores se mezclan a su antojo. Para mí es fuerza y romanticismo en movimiento”. Diseños Marsilka sobre blusa de seda y bolsos de ante. Fotos: Marsilka A diferencia de la mayoría de los diseños en seda, Marta dibuja caras y elementos definidos, siempre distintos. “Hago muchos diseños propios pero también personalizo la ropa con los dibujos, colores y formas que elige el cliente. Me gusta ofrecer prendas únicas y me encanta poder transformar un vestido de Zara en un alta costura para una boda”. Primero fueron los pañuelos y ahora los diseños de Marsilka cubren abrigos, camisetas, vestidos, sombreros, zapatos, bolsos o incluso pañuelos para mascotas. Su elemento principal es la seda pero también realiza encargos sobre prendas de piel, ante o tela. La duquesa de Alba o Carla Royo-Villanova, colaboradora de The Luxonomist, así como profesionales de la moda, personalidades, departamentos de vestuario de medios de comunicación, periodistas o personas corrientes "a las que les gusta la alegría que plasman mis prendas" han sido cautivados por el colorido de Marsilka. Zapatos pintados a mano, Marsilka. Foto: Marsilka Según nos cuenta, la gente se enamora de los colores y los diseños: "Todas las prendas que pinto son fáciles de llevar y las personas que las eligen a través de las redes sociales saben que les quedarán bien. Por eso he enviado sombreros a Australia, blusas a Nueva York y Los Ángeles, camisetas y pañuelos a Canadá y México...". Su portfolio es llamativo, luminoso y muy creativo. Desde motivos florales pasando por pájaros, mariposas, muchachas, elementos geométricos o dragones, los diseños de esta firma 'Made in Spain' son tan distintos como especiales. Proceso de pintura de un pañuelo de seda by Marsilka. Fotos: Elisa Ventoso Marsilka y/o Marta siguen creciendo y ayudando con su trabajo a la gente de alrededor: “La seda con la que trabajo es de un proveedor español, mi modista y la persona que me hace los tocados para las fotos provienen de varios EREs y una de las tiendas donde vendo la creó una persona tras otro despido. “Todos andamos recomponiendo nuestras vidas y es importante que nos ayudemos”. Sin duda, una clave de éxito.

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