La duquesa de Alba era la mujer con más títulos nobiliarios del mundo. Nunca fue reina, pero la aristócrata podía presumir de tener un joyero que poco tenía que envidiar a los de la realeza. Cayetana Fitz James contaba con una amplia colección de tiaras de brillantes, diademas valoradas en miles de euros entre las que destacaba una en concreto.
Hablamos de la tiara rusa de la duquesa de Alba, una pieza muy especial para ella, no tanto por su valor económico, como sentimental. Sin embargo, hace años que esta pieza ya no se encuentra en su joyero, aunque sus descendientes podrían recuperarla porque acaba de salir a la venta en Estados Unidos. Eso sí, que preparen la cartera porque su precio supera los dos millones de euros.
En concreto, 2.5000.000 euros es el dinero que los encargados de la joyería M. S. Rau Jewels de Estados Unidos piden por la tiara favorita de la aristócrata. Un elevado precio que muchos consideran desorbitado, pues el valor de las piedras que la forman no sería tal.
Se trata de una diadema de estilo kokoshnik que en su día perteneció a la Casa de Alba. Se conoce así porque sus miles de diamantes incrustados en platino forman un kokóshnik, el tocado oficial que llevaban las damas en la corte imperial de los Romanov.
Según Cayetana, esta diadema pertenecía a la casa de Hijar, de la cual descendía su madre. En concreto, la tiara la heredó de su abuela, María del Rosario de Gutubay. Enseguida se convirtió en una de sus favoritas y se la pudimos ver en varias ocasiones. Sin embargo, no fue la única que la lució, pues también se la prestó a dos de sus nueras para sus bodas. A María de Hohenlohe, casada con Alfonso Martínez de Irujo en 1977; y Matilde Solís, casada con Carlos Martínez de Irujo en 1988.
Desgraciadamente, hace años que la tiara no pertenece al joyero de la duquesa de Alba. Y es que poco después de que se casara Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, Cayetana la vendió y compró con el dinero un caballo a su hijo Cayetano, que en aquellos años estaba entrenando para participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
«Tuve que vender la diadema rusa para que Cayetano se pudiera comprar un caballo maravilloso, Gigoló, y pudiera dedicarse a la equitación y competir», cuenta en sus memorias.
Ahora la tiara rusa vuelve a estar a la venta de la mano M. S. Rau Jewels aunque, quien sabe si el actual duque de Alba pelee por hacerse con la joya favorita de su madre.
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