Si existe algún momento de abusar justificadamente de Netflix y demás plataformas es ahora, durante el confinamiento. Una vez cumplidas las obligaciones del teletrabajo, además de la lectura como forma de distracción “terapéutica”, otra forma de pasar el rato es viendo series. Estas pueden usarse, como los libros, de forma documental sobre lo que sucede en el universo teen, ya que ofrecen jugosa información sobre las tendencias, problemáticas y gustos de los adolescentes. Repasamos cuáles son las mejores series de adolescentes con las que los padres podremos aprender algunas cosas sobre ellos.
A la hora de abordar las películas y series adolescentes del momento, debemos distinguir dos cosas. Por un lado, está lo que queremos ver los progenitores porque nos aporta contenido educativo. Por otro, están las series que ven los adolescentes porque les gustan.
Ambas son aproximaciones tan interesantes como necesarias, y a veces coinciden, pero vamos a centrarnos en las primeras y dejar sus favoritas, en su mayoría series españolas como Élite, La casa de papel, Vis a Vis o Toy Boy, para otro día.
Si como adulto (y padre) buscas una serie tan divertida como interesante, a nivel de descubrir los intereses y problemáticas adolescentes, esta puede ser tu serie. Será, además, como apunta el título, bajo el prisma de la sexualidad de chicos de instituto.
Los testigos de tales vaivenes sexuales y sentimentales serán, como protagonistas de la serie, una terapeuta sexual y su hijo. Entre ellos existe una relación tan curiosa como hilarante a ojos de cualquier testigo externo.
La original dinámica entre ellos sirve como hilo argumental de Sex Education, una serie en la que se exponen los problemas sexuales propios de la adolescencia. Sin embargo, el sexo será sólo la primera capa argumental: detrás de esta hay una buena malla de historias con personajes muy diferentes.
Cada uno traerá sus propios conflictos, dudas o traumas, que se irán acusando en su vida sexual o afectiva, en la que es una extraordinaria comedia adolescente con puntos tan ocurrentes como tiernos.
En ella se ponen sobre la mesa una gran variedad de temas interesantes, y se apunta a su solución. Además de los conflictos sexuales sobre la falta de información, la inexperiencia o la pobre ejecución sexual inicial adolescente, se reflejan aspectos como las dificultades de comunicación o la necesidad de intimidad adolescente en combinación con su incapacidad de expresar lo que les está pasando.
La serie muestra también, con gran naturalidad, la vida sexual adolescente y la intensa motivación que tienen para aprender sobre ello y llevarlo a la práctica.
Atypical (en inglés) es una serie de adolescentes de Netflix cuyo protagonista es un chico “diferente”. Y lo es porque es autista, o mejor dicho, porque está diagnosticado dentro del espectro TEA, un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta desde muy temprana edad y que convivirá con la persona durante toda su vida y la de su familia, como queda muy bien reflejado en el caso de Sam, el protagonista de esta serie.
Las principales consecuencias del que padece autismo afectan fundamentalmente al modo en que se comunica y relaciona con los demás, y no a su inteligencia. Esta será normal o incluso superior a la media. Presenta, además, otras características típicas como el tener una sensibilidad muy acusada y poca tolerancia a los cambios y rutinas, o el rechazo a percibir una estimulación sensorial intensa.
Otra de las particularidades de estos niños es que desarrollan algunos intereses de forma muy acusada, sorprendiendo (o cansando, en muchos casos) a los que están a su alrededor.
Con 18 años, Sam, el personaje principal, está en plena adolescencia, y ello supone todos los desafíos propios de su edad, sumados a los derivados del propio trastorno que padece. Estas dificultades, sin embargo, van a afectar casi más a los familiares que a él mismo. Así, la serie cuenta la historia de este niño, pero también la de sus padres y de su hermana, asimismo adolescente, y con sus propios obstáculos en el camino hacia la vida adulta.
En esta serie quedan muy bien reflejadas las singularidades del autismo, pero se hace mucho hincapié en el modo en que afectan a sus seres más cercanos. Así, se refleja el modo en que un TEA condiciona a toda la familia y organización familiar.
Esta influencia comienza por los padres, que en ocasiones pueden verse sobrepasados y ver en riesgo su propia relación de pareja, pero también pasa por los hermanos. A menudo, estos se convierten en “cuidadores” de por vida, subordinando sus decisiones a favor de este hermano, a pesar de que vaya en contra de sus propios intereses.
Skam es una serie que cuenta el día a día de un grupo de adolescentes de instituto a lo largo del curso escolar. Cada personaje va contando su propia historia en las distintas temporadas. Es de origen noruego y se concibió como web-series; es decir, para emitirse de forma muy diferente a las series convencionales, mezclando la emisión de breves escenas en redes sociales, con episodios completos en abierto.
El formato tuvo tal éxito que se fue versionando en diferentes países como Italia, Francia o España, adaptando el contenido y el orden de la historia a los ajustes culturales de cada país.
Skam España arrancó hace unos años sin el éxito esperado con el personaje de Eva, pero ha ido aguantando y, a partir de su segunda temporada ya remontó más. Como serie, ha ido emancipándose de la versión original nórdica, cambiando el orden de los personajes y sus historias. Actualmente estamos a la espera de una nueva temporada, protagonizado por una adolescente musulmana.
Los personajes protagonistas son cinco chicas, integrantes de un grupo de amigas, cada una de ellas con sus propia crónica y problemas afectivos, familiares o sexuales, que ponen en común dentro de la pandilla.
La adaptación de los personajes a la cultura española es muy real. En Skam se puede ver a adolescentes de condición muy variada que comparten contextos muy ajustados a la cultura española. En este sentido, muestran una gran variedad de estereotipos con los que cualquier adolescente de instituto público podría coincidir en clase.
Alejado del glamour poco realista de Élite y sus tramas de ficción y suspense, Skam nos habla de botellones en vez de discotecas con reservados y champagne, o de la angustia adolescente de salir del armario, en vez de de los tríos como práctica habitual. Es decir, refleja una realidad más natural y cercana a la vivencia adolescente real y que los padres queremos conocer.
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