Kendall Jenner confiesa uno de sus mayores sueños: competir en las Olimpiadas
Kendall Jenner habla en una entrevista de su pasión por los caballos y su sueño de participar en los Juegos Olímpicos como jinete.
Podríamos decir que Kendall Jenner lo tiene prácticamente todo. Fama, dinero, una carrera consagrada como modelo, una gran familia que la apoya y una pareja estable. Sin embargo, parece que a la penúltima hermana del clan Kardashian-Jenner le falta un sueño por cumplir: particiar en unas Olimpiadas como jinete.
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Kendall Jenner sueña con ser jinete olímpica
La pasión de Kendall Jenner por los caballos es de sobra conocida, pero no ha sido hasta ahora cuando ha revelado ese pequeño secreto. Y es que parece que la modelo no tendría ningún problema en cambiar las pasarelas y las fotos, por una cuadra y una vida centrada en la competición. «Me encantaría competir en las Olimpiadas como jinete. Tengo dos caballos, pero no puedo montarlos tanto como me gustaría», ha contado en una entrevista en Daily Record.
Sin embargo, su amor por los caballos no es el único motivo por el que Kendall Jenner sueña con ser olímpica, sino seguir una tradición familiar que empezó su padre Bruce Jenner, actualmente Caitlyn Jenner. «Si pudiera, me encantaría ir a las Olimpiadas y hacer que eso continuara en la familia«, asegura.
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Kendall quiere seguir la carrera de su padre
Y es que antes de que Bruce Jenner se sometiera al proceso de cambio de sexo, participó en su juventud en los Juegos Olímpicos que se celebraron en Montreal en 1976, donde llegó a alzarse con la medalla de oro en la prueba de decatlón. Un triunfo que Kendall Jenner sueña con revalidar, para hacer que su padre se sienta orgulloso. Sin embargo, por el momento parece que se va a quedar simplemente en eso, en un sueño, aunque disfruta de cada salida con sus caballos.
Kendall ha asegurado en la entrevista que la práctica de equitación le aporta bienestar, y que precisamente el aire libre y sus caballos le han ayudado durante el confinamiento para vencer la ansiedad. Unos problemas a los que también hizo frente de pequeña, pues ha revelado que en su adolescencia tuvo problemas para hacer amigas y que los caballos fueron su refugio «Solía salir a montar durante casi todo el día porque no tenía nada mejor que hacer».