Melania Trump es la primera dama peor valorada en 28 años
Hay que remontarse muy lejos para encontrar unos índices de popularidad tan bajos en una primera dama de los Estados Unidos.
Melania Trump cuenta las horas para abandonar la que ha sido su casa en los últimos cuatro años. Un lugar al que le costó llegar y del que se va a marchar velozmente a tenor de los acontecimientos alentados por su esposo en las últimas semanas. La espantada de Donald Trump en el acto de investidura del demócrata Joe Biden ha privado a su esposa de dejar para la posteridad su último atuendo. Algo que carece de sentido institucional, pero que sin duda habrá dejado una muesca más en el herido orgullo de la eslovena. Para colmo, Melania Trump deja La Casa Blanca con el triste honor de ser la peor valorada de sus predecesoras más recientes.
Porque la encuesta que tradicionalmente elabora la CNN sobre la popularidad de las primeras damas antes de dejar sus cargos sitúa a Melania con los peores registros de los últimos 28 años. Tampoco es que sea un cargo en el que se haga demasiado. Pero todo ayuda. Así que el pírrico resultado obtenido es una muestra más del legado de una legislatura que pasará a la historia. Aunque todo apunta que no precisamente por sus logros.
Melania Trump deja de la Casa Blanca con muy poca aprobación pública
La esposa de Donald Trump se marcha con una aprobación del 47 % de los encuestados. Una cifra que está lejos incluso de lo que obtuvo la peor valorada hasta el momento en ese periodo de tiempo. Hillary Clinton dejó la Casa Blanca con una aprobación del 56 %. Pero después que ella, la republicana Laura Bush se fue con un 67 % de aprobación en sus ocho años. Una cifra que puso las cosas muy difíciles a Michelle Obama, pero que la esposa del primer afroamericano en la historia de los Estados Unidos superó por muy poco: un 69 %. El papel menos político de las primeras damas suele ser premiado con mayores índices de popularidad. Pero en el caso de Melania Trump, las cosas parecen haber cambiado.
A sus 50 años, su papel más discreto y distante desde el primer minuto la han situado muy lejos de lo que se esperaba. Que se sepa, su principal legado es la reforma de tres estancias en la residencia oficial: la bolera, el pabellón de tenis y el jardín de rosas. Unas reformas que ha defendido en una carta a modo de despedida en la que se sincera. «En todo momento, nuestro objetivo ha sido equilibrar las necesidades del presente con la continuidad de la tradición arquitectónica general de la Casa Blanca», ha dicho Melania Trump en la misiva. La primera dama no ha sido vista en público desde el 31 de diciembre, cuando los Trump regresaron de su residencia de Mar-a-Lago en Florida, donde habían pasado las vacaciones de Navidad. Ella y su marido tienen programado salir de la Casa Blanca el mismo miércoles por la mañana.