El príncipe Carlos reconoce cuál es para él el ejercicio «más relajante y terapéutico»
El heredero al trono británico reconoce que no tiene gran talento pictórico en una exposición de acuarelas pintadas por él mismo.
Los amantes de la cultura que tengan la oportunidad de visitar Londres en las próximas semanas pueden reservar algo de tiempo para conocer las dotes con la pintura del príncipe Carlos. La organización benéfica que él mismo preside, The Prince’s Foundation, ha recopilado un nutrido número de las acuarelas que él mismo ha pintado en los últimos años. Se exhiben en la Capilla Garrison, situada junto al barrio de Chelsea, el tradicional espacio donde esta fundación realiza sus exposiciones.
Abierta al público de forma gratuita y sin cita previa hasta el próximo 22 de febrero, la exposición contiene pinturas de numerosos paisajes. Algunos de ellos son muy especiales para el heredero de la corona, sobre todo los de las montañas escocesas y Tanzania. Pero también hay un rincón especial con creaciones inspiradas en Francia y en algunos paisajes de la Provenza.
El príncipe Carlos encuentra en la pintura la terapia que necesita
Al contrario que Kate Middleton, que encuentra en la fotografía su rincón creativo preferido, el príncipe Carlos prefiere la pintura. «Me dediqué a la pintura por completo porque encontré la fotografía menos que satisfactoria», asegura el hijo de Isabel II. «Experimenté una necesidad abrumadora de expresar lo que veía a través de la acuarela y de transmitir ese sentido de textura casi interior, que es imposible de lograr a través de la fotografía», afirma Carlos.
Reconoce sin embargo que es «uno de los ejercicios más relajantes y terapéuticos» que conoce. Aunque es una actividad complicada que le ha generado mucha frustración en algunos momentos. «Descubrí lo increíblemente difícil que es pintar bien en un medio tan espontáneo. Y el sentimiento de frustración intensa de no poder lograr en el papel, la imagen que tu ojo te ha presentado», afirma. Consciente de sus limitaciones, la exposición representa su particular álbum de fotografías. «No me hago ilusiones de que mis bocetos representen un gran talento pictórico», afirma el hijo de la Reina de Inglaterra.