Subastan el icónico sombrero de Michael Jackson por una jugosa cifra

Michael Jackson es más que un cantante. Es todo un icono de la cultura pop y sus fans se cuentan por millones. Por ello no sorprende que la subasta de uno de sus icónicos sombreros haya dado como resultado una jugosa cifra. En concreto, la pieza es un sombrero fedora y tiene la peculiaridad de que fue el que llevaba el Rey del pop cuando asombró al mundo con su primer moonwalk. Dada su importancia histórica ha alcanzado los 77.460 euros.

Llevaban el sombrero cuando bailó el primer moonwalk

La casa de subastas Lemon Auction puso a la venta esta joya de la historia de la música, por el que esperaban obtener entre 60.000 y 100.000 dólares. Se subastó en París junto a otros 200 objetos, como la guitarra del bluesman T-Bone Walker de la que sólo se fabricaron 22 unidades en 1949. Una pieza que se vendió por 129.400 euros.

No obstante, el sombrero de Michael Jackson era, sin duda, la pieza más especial. Jackson lo arrojó a un lado del escenario el 25 de marzo de 1983, con motivo del 25 aniversario de la discográfica Motown. Lo hizo ante las cámaras de la cadena estadounidense NBC y justo antes de realizar el paso hacia atrás que pasaría a la historia en la canción Billie Jean.

De hecho, la pieza viene acompañada de una carta de autenticidad de Adam L. Kelly, la persona que recogió el sombrero aquel día. «Lo hice pensando que el personal del cantante iba a venir a recogerlo, pero no», explicó a la AFP Arthur Perault, director general de la galería Artpèges, que lo puso a la venta.

Se convirtió en un icono de Michael Jackson

Fue un encargo realizado por el artista a Maddest Hatter, una empresa de sombreros con sede en Los Ángeles. Ellos crearon muchos modelos diferentes y posteriormente se encargaron del diseño de los sombreros de fieltro de la Victory tour de 1984 para Michael Jackson, así como para su uso personal.

De hecho, pese a que el sombrero de fieltro, un accesorio de los años 20, se asocia a menudo con la moda de los años 50 y 60. Muchos artistas de jazz y blues también lo adoptaron, pero fue Michael Jackson quien lo convirtió en una pieza imprescindible de su universo artístico, siempre acompañado de sus zapatos brillantes. De hecho se convirtió en un símbolo de la personalidad única del artista y de su notable talento a la hora de bailar.