El último Ferrari de Michael Schumacher sale a subasta
El Ferrari 248 de 2006 fue un monoplaza que voló sobre el asfalto y que busca dueño para salir del garaje de Nueva York de un coleccionista.
La historia de Ferrari en la Fórmula 1 está estrechamente ligada la de uno de los grandes pilotos de todos los tiempos, Michael Schumacher. El éxito de la escudería de Maranello, reinando en los circuitos de todo el mundo, no puede entenderse sin el alemán, que realizó su último baile a bordo de un monoplaza mítico un Ferrari 248, que ahora sale a subasta por parte de RM Sotheby´s.
La brillante trayectoria de Michael Schumacher en Ferrari
Esta historia de éxito compartido comenzó en 1993, cuando el ex director deportivo de Peugeot Talbot, Jean Todt, llegó a Maranello como director general de Ferrari para revertir una década de fracasos. Esto le llevó en 1996 a la contratación del por entonces bicampeón mundial Michael Schumacher, procedente de Benetton.
A partir de ahí, con paso firme, empezaron a llegar las primeras victorias y la valiosa corona del Campeonato Mundial de Constructores en 1999. Sin embargo, fue el período de 2000 a 2004 cuando el éxito fue total. El alemán ganó cinco títulos mundiales de piloto consecutivos, algo sin precedentes, y el equipo logró un récord similar en el Campeonato de Constructores.
Sin embargo, la temporada 2005, la última en la que se utilizaron motores V-10 de 3,0 litros, fue una decepción relativa. Tan solo consiguió una única victoria del recalcitrante F2005, lo que indicó su incapacidad para extraer el máximo rendimiento de sus neumáticos Bridgestone. En consecuencia, desde mediados de 2005 en adelante el enfoque de Ferrari se centró en el desarrollo de un coche que cumpliera con las nuevas normas sobre motores V8 de 2,4 litros.
Ferrari 248, el último coche de Michael Schumacher
Así llegó el Ferrari 248, nuevo para 2006 y diseñado por Aldo Costa, y en concreto a la unidad que sale a subasta. El chasis 254, quinto de los ocho construidos, hizo su debut en pista el 4 de abril de 2006 en el Autódromo de Vallelunga en manos del ex campeón de Fórmula 3000, piloto de pruebas de Ferrari y de Grandes Premios Luca Badoer.
Schumacher y su compañero de equipo Felipe Massa realizaron más pruebas de pretemporada, acumulando unos 3.900 kilómetros antes de un increíble debut del coche en el circuito de Imola, donde el alemán superó el récord de 65 pole positions en Grandes Premios, que estaba en poder del fallecido Ayrton Senna.
El buen rendimiento de este Ferrari a mitad de temporada continuó en el Gran Premio de Francia en Magny-Cours a mediados de julio, lo que le llevó a conquistar la tercera pole position de Schumacher al volante del 254 y resultaría ser una pole position especial, ya que representaba la 68.ª y última pole de su carrera.
El resto de la temporada del chasis 254 se centró en el trabajo promocional, con Badoer y Massa al volante del coche en Estambul y Shanghái, respectivamente, y sus gemelos en pista no consiguieron la victoria, ya que Fernando Alonso acabó llevándose el título con 13 puntos de ventaja sobre Schumacher, mientras que Renault se aseguró la corona de constructores con solo cinco puntos de ventaja sobre Ferrari.
Sale a subasta en Sotheby´s
Tras anunciar su retirada del deporte en el Gran Premio de Italia, Schumacher volvió a subirse al habitáculo del 254 en las tradicionales celebraciones de fin de temporada de Ferrari, la Finali Mondiali, en Monza, el 29 de octubre. Después Kimi Räikkönen se subió a este monoplaza en los entrenamientos para el mundial de 2007 y finalmente se quedó almacenado en Maranello.
A partir de ahí, en diciembre de 2007, el actual propietario adquirió el 254 directamente de Ferrari y lo ha conservado en su colección desde entonces. Tan solo lo ha sacado para acudir a algunas pruebas privadas y exposiciones, por lo que el coche lleva inactivo una década. Sin embargo, este hecho no resta prestigio a uno de los monoplazas más importantes de la historia.