La experiencia mágica de Loisium Wine & Spa, un oasis en el corazón de Champagne

Me atraen las chimeneas, para qué lo voy a negar. Por eso cuando llegué a Loisium, en un día de lluvia y frío, y ardía un potente fuego, cabía suponer que el viaje arrancaba bien. Loisium Wine & Spa Hôtel Champagne es un hotel insospechadamente alejado de todo y situado en una pintoresca colina en el pueblo Mutigny.

El edificio tiene el brillo de lo auténtico y da la espalda a los tranquilos bosques colindantes, quedando como suspendido en el aire sobre ondulantes viñedos en los confines más profundos de la región.

Menos, es más. Mientras pienso en ello me doy cuenta de que este hotel, ideal para los amantes de las burbujas, consigue llevar a los visitantes en un viaje mágico. No es solo un alojamiento para relajarse, sino también un destino donde convergen naturaleza, lujo y bienestar en un entorno impresionante.

El paisaje único que rodea a Loisium Wine & Spa Hôtel Champagne

De este hotel me enamoré incluso antes de visitarlo. Y es que siempre que viajo a la Champagne lo hago sabiendo que estoy ante la más interesante de las regiones. A la vez tengo el temor, una vez más, de no conseguir descifrar con precisión ese algo incomprensible y nostálgico que se respira siempre en este territorio que se expande en un mar de viñedos. Contemplo con incredulidad la belleza insondable de lugares como la intransitada localización de este hotel cuya conexión con el lugar es total.

Para ubicarnos, Loisium está a tan solo nueve kilómetros de la famosa bodega Moët & Chandon, por todos conocida por ser líder del mercado del famoso vino espumoso. Hablamos del prestigio de una región que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que lleva siglos produciendo champagne.

Un vino cuya singularidad es, entre otras, fruto de la craie. Es decir, el suelo calcáreo que crea las condiciones perfectas para producir uvas con una acidez elevada. Algo esencial para elaborar un vino espumoso excepcional o, dicho de otro modo, un terroir único. Solo el vino producido aquí puede llamarse oficialmente “Champagne”, gracias a la Denominación de Origen Protegida.

Cultura, tradición vinícola y hospitalidad

Loisium Wine & Spa Hôtel Champagne promete mucho más que una estancia excepcional. Ofrece una combinación única de cultura, tradición vinícola y hospitalidad.

Si eres uno de esos viajeros deseosos de descubrir ciudades históricas tienes cerca Reims y Épernay. Rodeadas de suaves colinas, ofrecen experiencias como explorar bodegas subterráneas o pasear por la elegante Avenida del Champagne.

El alojamiento dispone de 101 habitaciones y suites y un club spa con piscina al aire libre para sumergirse en el placer del estilo de vida francés. Aquí cada detalle cuenta una historia, como la ventana de mi cuarto que enmarca un paisaje diverso, múltiple y cambiante.

Un interior cálido y acogedor

El interior fue diseñado por los franceses Patrick Jouin y Sanjit Manku, quienes se aseguraron de integrar el mundo exterior tanto como fuera posible. Esto se refleja claramente en el diseño de las habitaciones con grandes ventanales, que dan la impresión de poder tocar el bosque y los viñedos.

La decoración con colores cálidos de materiales naturales como la madera y una meticulosa artesanía muestran una obsesión por la calidad. Todo en un ambiente acogedor que no encontrarás fácilmente en ningún otro lugar.

Gastronomía francesa de verdadera altura

Ya sea en el luminoso restaurante L’Horisium o en el bar Les Bulles, se puede disfrutar de una cocina regional con un toque de creatividad, buenos vinos y cómo no, champagne. Y siempre sin tener que abandonar la comodidad del relajante entorno.

La región se considera un bastión culinario, así que si prefieres cenar fuera del hotel, a pocos kilómetros se puede visitar el Royal Champagne, una parada imprescindible en el mundo de la gastronomía.

El hotel ofrece dos restaurantes excepcionales. Por un lado Le Royal, galardonado con una estrella Michelin; y por otro el encantador bistronómico Le Bellevue. Una brasserie iluminada por la magia de mil colgantes de cristal suspendidos del techo, que se transforman en luminosas gotas de agua mientras disfrutas de una vista panorámica de 180 grados sobre el valle del Marne.

Cuándo visitar Loisium Wine & Spa Hôtel Champagne

A mí me gusta visitar la Champagne en diferentes épocas. ¿La mejor para visitarla? depende de lo que busques. Este recóndito lugar tiene tesoros en todas las estaciones y su belleza va cambiando.

En primavera una vibrante energía adorna el paisaje. Un evento destacado del verano son las Fêtes Johanniques de Reims, en las que la ciudad rinde homenaje a la figura histórica de Juana de Arco.

El otoño es verdaderamente mágico, especialmente la época de la vendimia que transforma las colinas en un lienzo de tonos dorados y es cuando las bodegas están en pleno apogeo. Y el invierno es ideal para una escapada acogedora, con visita obligada al festival Habits de Lumière en Épernay, donde la ciudad se baña en un mar de luces y colores.

Este alojamiento de lujo es tan polifacético que lo convierte en un destino que vale la pena explorar durante todo el año. Además, Loisium Spa Club ofrece una experiencia de relajación holística con tratamientos de la mano de Vinésime, especialista en cosmética a base de vino de Borgoña.

Prefiero no desvelar todos los “secretos” de este hotel ideal para parejas que buscan silencio y romanticismo ya sea que te atraiga su historia, sus paisajes o simplemente sus vinos icónicos.

Atractivos de Marne

La región de la Marne es una tierra de vastos horizontes y viñedos famosos en todo el mundo. Ofrece un terroir de contrastes entre densos bosques y el lago artificial más grande de Europa. Colinas suaves, lugares encantadores y un patrimonio cultural milenario invitan a realizar largos recorridos.

Muchos de mis viajes comienzan cuando regreso, cuando empiezo a leer sobre el lugar donde he estado y descubro que no he visto nada, de lo mucho que me queda por ver. Si buscas un hotel singular éste es de esos lugares que no te cansarías de visitar. No hay duda. No hay error posible. Cuando ustedes lean estas líneas, seguramente ya habré vuelto, porque la consigna es, siempre, volver.