El museo de la Selección, un paseo por el recuerdo

Desde la flamante Copa del Mundo conseguida un 11 de julio de 2010 en el estadio Soccer City de Johannesburgo hasta la camiseta que lució la Selección en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920 y donde se obtuvo la medalla de plata. Todo ello con un espacio muy destacado para las tres Eurocopas ganadas (1964- 2008 y 2012) o las botas de Chus Pereda con las que consiguió un gol y dio la asistencia para que Marcelino marcara el segundo, el de la victoria, en la final de la Eurocopa de 1964 frente a la URSS.

Recuerdos imborrables que se pueden observar en la exposición que Telefónica ha organizado en colaboración con adidas y la Federación Española de Fútbol, con motivo del Mundial de Rusia, en pleno corazón de Madrid (Gran Vía, 28). Un lugar donde también puedes admirar la camiseta de Fernando Torres con la que logró aquel inolvidable gol en la final de 2008 ante Alemania o los carteles originales, la mayoría litografías, que simbolizaban cada una de las sedes del Mundial del 82 celebrado en España, realizados por artistas de la talla de Joan Miró, Eduardo Chillida, Antonio Saura o Tapies. Y por supuesto, el balón con el que Iniesta logró escribir la página más hermosa en la historia del fútbol español.

Un maravilloso paseo por la memoria, caminando entre cien años de historia y que nos transportan al más vivo de los tesoros del ser humano, el recuerdo. Un museo de nostalgia que sigue enriqueciéndonos, liberando sentimientos y reconstruyendo todo un legado de emociones. No había entonces fotografía en color, pero sí, una de las 200 piezas donadas al museo es la camiseta roja con un león amarillo en el pecho con la que la selección española de fútbol disputó los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, consiguiendo el primer gran éxito en la historia de nuestro fútbol.

Aquella generación de gladiadores, Zamora, Samitier, Pagaza, Pichichi (sobrino de Miguel de Unamuno) o José María Belaúste, el de «a mí el pelotón, Sabino, que los arrollo» se hizo con la medalla de plata en la Olimpiada de Amberes y de ellos nace el apelativo, acuñado por un periodista italiano de «Furia Roja» rememorando el espíritu batallador del equipo y el color de la camiseta.

Del gran éxito de Sudáfrica podemos contemplar en la exposición el trofeo más preciado de todos, la majestuosa Copa del Mundo, realizada en oro de 18 quilates, con una base de malaquita y que representa a dos figuras humanas sosteniendo la tierra. El trofeo mide 36,8 centímetros y pesa 6,142 kilogramos, y tan solo ocho países, Brasil, Alemania, Italia, Argentina, Uruguay, Inglaterra, Francia y España, pueden presumir de haberla ganado en 88 años de historia.

Pero también la exposición recoge el balón, Jabulani, con el que Iniesta convirtió en realidad todos los sueños de un país; trozos de césped del Soccer City Stadium donde se jugó la final frente a Holanda en aquella noche histórica; y las botas que utilizó el seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, durante los nueve años (2008-2016) en los que estuvo al frente del equipo y en los que, además del Mundial, logró alzar un campeonato de Europa.

Entre camisetas, botas, balones, fotografías y trofeos, la exposición va recordando un pasado muy vivo y una historia cargada de anécdotas. Además y de forma paralela, se han establecido una serie de actividades lúdicas relacionadas con la Selección y con el fútbol, para todos los públicos y edades, que incorpora la posibilidad de vivir los partidos de España en directo desde una sala habilitada al efecto, hacerse fotos con todas las piezas del museo, incluidos los trofeos, o en un fondo chroma, digitalmente, con el jugador que elijan de la selección, y para los más pequeños, un espacio de actividades, en la zona Disney Cracks, con el canal Disney XD.

Asimismo, adidas ha incorporado un stand en la parte baja de la exposición donde se pueden adquirir productos oficiales de la Selección como camisetas, bufandas, balones y demás complementos para apoyar a La Roja. Falta decir que la entrada al museo es totalmente gratuita y que se puede acudir a visitarlo de lunes a sábado, de diez de la mañana a nueve de la tarde, y domingos y festivos de doce a ocho. Una gran oportunidad para dejarnos llevar por los recuerdos que nos transportan a más de cien años de historia entre éxitos, fracasos, ilusiones y sentimientos.