Esta esmeralda histórica rompe el récord en una subasta millonaria
La joya forma parte de un broche de Cartier con diamantes que el príncipe Aga Khan regaló a su esposa Nina Dyer.
El broche con una enorme esmeralda que el Aga Khan regaló a su esposa ha batido un nuevo récord mundial. Christie’s ha vendido esta joya en Ginebra por 7.765.000 francos suizos, unos 8,3 millones de euros, 55 años después de que se ofreciera en la primera subasta de joyas de la casa celebrada en Suiza.
La pieza es una esmeralda cuadrada de 37 quilates engastada en un broche de Cartier adornado con 20 diamantes talla marquesa que data de 1960. Anteriormente formaba parte de la Colección de Nina Dyer, la socialité británica que estuvo casada durante un breve período con el príncipe Sadruddin Aga Khan y se vendió en 1969 en beneficio de los animales.
Se trata de una esmeralda con mucha historia
La esmeralda que ha alcanzado un récord en subasta era la pieza más destacada de la colección en ese momento, se ofreció como lote 106. Se vendió por 900.000 francos suizos que, al cambio de entonces, fueron algo más de 200.000 dólares estadounidenses. El joyero Van Cleef & Arpels fue quien compró entonces esta joya excepcional y unos años más tarde, el broche pasó a manos de Harry Winston.
Francois Curiel, actual presidente de Christie’s Europa y, por aquellos entonces becario de la casa de subastas, recordaba la venta. «La esmeralda era impresionante hace 55 años y hoy es aún más admirada. Es muy raro ver una joya de su tamaño y calidad», dijo.
Esta esmeralda ha roto un récord en subasta
De hecho, la pieza ha superado su valor estimado, que oscilaba entre 6-8 millones de euros y se ha batido el récord de venta de una esmeralda que ostentaba el broche de Bvlgari de la colección de Elizabeth Taylor formado por un diamante y una esmeralda de 23.46 quilates. Se vendió en la sede de Christie’s en Nueva York el 13 de diciembre de 2011 por más de 6,5 millones de dólares.
También está por encima de la esmeralda Rockefeller. Una enorme gema de 18.04 quilates, que fue propiedad de la familia Rockefeller y que se vendió el 20 de junio de 2017 en Nueva York por 5,5 millones de dólares.
Sin embargo, no consigue superar el valor del collar que el magnate boliviano Simón I. Patiño adquirió en 1938 como regalo a su esposa y que se subastó en 2013 por casi 10 millones de dólares. Pero hay que tener en cuenta que, en este caso, la joya tenía más de 100 quilates de esmeraldas colombianas de la mejor calidad y 60 quilates de diamantes, montados por Cartier.