Esta Navidad ayuda a cuidar del medio ambiente con regalos sostenibles
Comprar en tiendas de segunda mano o reciclar la ropa que ya no usamos puede ser una muy buena opción para hacer regalos estas Navidades.
Si algo hemos oído a lo largo de estas últimas semanas es que nuestro planeta se encuentra ante una situación de “emergencia climática”. Es por ello que cada vez más caras conocidas del cine, la televisión o del deporte, reclaman que “es tiempo de actuar” y se suman a la iniciativa de generar conciencia social sobre ello. Pero también hace falta asumir un grado de responsabilidad desde el seno de nuestros hogares.
Esto también hay que aplicarlo a nivel individual en los diferentes gestos y decisiones que tomamos en nuestro día a día. Ejemplo de ello lo tenemos en la compra de regalos que haremos esta Navidad. Contra lo fácil y tentador del fast fashion, tenemos una alternativa mucho más responsable con el medio ambiente, si nos decidimos por regalar complementos o ropa vintage, accesorios de moda ya usados.
Madrid, la tercera ciudad europea que más residuos produce
La inquietud por los efectos de la contaminación ambiental cada vez está más amparada por la evidencia en cifras. De hecho, ya existen aplicaciones que permiten ver datos clave sobre las principales ciudades europeas.
Estas apps, conocidas como Data Explorer, han sido creadas por la cumbre de ciudades C40, en colaboración con Qlik, líder en análisis de datos. En este caso, los datos analizados se refieren a la calidad del aire, los residuos, el transporte y las energías limpias. Según la última medición disponible, en 2017 se produjeron 13.400 muertes debidas a la contaminación en España.
Asimismo, en la app se puede comprobar que Madrid genera más de 2,65 millones de toneladas de residuos al año, de las que recicla un 25%. Esto la convierte en la tercera ciudad europea que más residuos produce, tan sólo por detrás de Moscú (5,5 millones de toneladas) y Londres (3,56 millones de toneladas), que reciclan el 5% y el 42% de los desperdicios, respectivamente.
Entre las industrias más dañinas para el medio ambiente se encuentra la textil, la segunda más contaminante después de la alimentaria. Este hecho hace que uno de los retos más importantes a nivel global sea precisamente el reciclaje de ropa, que bien puede comenzar por un uso y consumo más responsable por parte de todos aprovechando más la ropa o dándole una segunda vida.
Darle una nueva vida a las cosas
Con cifras como estas y con todo el bombardeo de los medios de comunicación, en nuestros días ya hemos tomado conciencia de la necesidad de cuidar nuestro planeta. La primera pauta para lograrlo es generar menos residuos contaminantes que tarden años en degradarse o que exijan el esfuerzo económico del reciclaje. Estos criterios, que actualmente son los mayores y más difíciles desafíos para la ingeniería y la arquitectura, no son tan difíciles de aplicar en el ámbito del vestir si tenemos en cuenta estos principios:
- Comenzar a vender o regalar la ropa usada que ya no utilicemos. Si vendemos, no afectamos negativamente a la economía y contribuimos a una reeducación sobre el consumo.
- Con el dinero de nuestra ropa “vieja” podemos adquirir otras prendas o complementos.
- Antes de comprar, conviene pensar si lo necesitamos y cuántas veces lo vamos a usar.
- Preguntarnos si eso que necesitamos podemos conseguirlo usado por alguien que ya no lo necesita o quiere.
- A la hora de regalar, también podemos plantearnos que sea algo ya usado. Si nos da no se qué, una prenda vintage o un bolso adquirido en los portales de venta de lujo de segunda mano nos resolverán esa cuestión tan personal como psicológica y mental de parecer cutre.
Vestir vintage o ayudar al planeta con la moda
Dentro del mercado de la moda hace tiempo que lo vintage se adentró en nuestros armarios como un elemento más. La elección de este tipo de ropa ha ido adquiriendo valor en la medida en que hemos ido aprendiendo a apreciar piezas únicas y que nunca se volverán a fabricar. Son prendas de otros tiempos que, mezcladas con cosas nuevas, o no, nos confieren una personalidad y estilo propios.
El valor sentimental de lo vintage
Vintage se considera a algo que ya tiene años (de hecho, por lo menos veinte), pero que no está “viejo”, en el sentido peyorativo de la palabra. Es antiguo, pero a la vez está bien conservado. En términos de armario, podría tener una nueva oportunidad en otro cuerpo muchos años después.
Ambas cosas se pueden resolver con la filosofía de darle varias vidas útiles a las cosas. En la moda esto se traduce en comprar artículos ya usados – a menudo llamados “pre-amados” en el caso del lujo-, pero también de vender aquellos que ya no queremos, en lugar de tirarlos.
Se trata, en suma, de cambiar el chip de consumo: en lugar de comprar artículos nuevos, darle una nueva utilidad a cosas ya usadas. Con ello seremos coherentes con unos valores eco-sostenibles y amigables con la filosofía zero-waste. ¿Te apuntas a los regalos sostenibles esta Navidad?