Sé la más bella de Halloween

En esto de los disfraces de Halloween siempre ha habido dos tendencias: la de ir de lo que se va –léase momia, hombre lobo o zombi- o la de ir de no se sabe muy bien qué pero arreglárselas para salir favorecida en las fotos. En principio, apuntarse solo a la segunda no vale y además tú siempre has sido muy cumplidora con el dress code. Pero ¡qué demonios!, ahora que estamos en los tiempos de Facebook e Instagram una no puede entregarse a lo loco al artificio. Llámalo afán de supervivencia.

Si Heidi puede, tú también
Error. No hablamos de esa Heidi de sonrojadas mejillas y ojos temblorosos. Nos referimos a Heidi Klum, maestra de la cosa Halloween. Ella, y solo ella, ha sido capaz de lograr disfraces que cumplirían con todos los estándares de vestuario de una película de Guillermo del Toro y seguir siendo insultantemente guapa. Vale que tiene un batallón de maquilladores que la ayudan y unas medidas de infarto. Pero tú tampoco estás nada mal y con un poco de maña y algunos productos que hemos seleccionado para ti serás una no muerta cum laude (y la mar de sexy).

Blanca de bote
Para entrar en materia, empieza por lavarte la cara con un jabón de calabaza. El de Apoterra es vegano y también lleva zanahoria. Si vas bien de tiempo, déjatelo 5 minutos sobre la piel como si fuera una mascarilla. Un baño de espuma con un elixir sofisticado de MOR y encender una vela con un aroma misterioso también te ayudarán a meterte en el papel.

Que seas una criatura de la noche no significa que tu cara vaya a aguantar todo lo que le eches así como así. Carga las tintas con el maquillaje pero no sin antes aplicar una hidratante que proteja bien la piel. Éstas de Dr. Hauschka y Dafna’s son perfectas para espíritus sensibles y las puedes encontrar en greenforchic.com.

Elige una base muy blanca, que se note que has pasado los últimos doscientos años varios metros bajo tierra. La consigna es efecto oso panda por toda la cara, así que ese pequeño defectillo tuyo como maquilladora se convertirá en tu mejor virtud. Dale con alegría al corrector y remata la faena aplicando polvos que subrayen tu mala-buena cara.

Ponte dramática
Morar en las tinieblas te da derecho a abusar de las sombras. Elige colores intensos, púrpuras, azules, grises y, por supuesto, el negro. Un trazo fino y largo de eyeliner te ayudará a conseguir una mirada enigmática. Sé generosa con la máscara de pestañas, que la noche es larga. También puedes optar directamente por unas pestañas postizas.

Si no te resistes a marcar pómulo, hazlo en plan calavera, extendiendo un color oscuro en el hueco de la mejilla. La laca de uñas es fundamental la noche de Halloween y por fortuna nunca verás una mano con manicura francesa asomando entre las lápidas del cementerio. Se estilan, en cambio, las purpurinas.

Unos labios nude pueden dar el pego ultratumba pero no nos engañemos, lo dark resulta infinitamente más sexy. Hazte con un rojo profundo, un cereza o un burdeos victoriano.

Un último detalle, el perfume. Cautivante como Mojave Ghost de Byredo, ardiente como Perfectly Marvellous de Diana Vreeland o rebelde como Halloween Tattoo. Cuanto más intenso, profundo y misterioso, mejor.

De regreso a la luz
Como todo lo bueno se acaba, antes o después tendrás que enfrentarte a la salida del sol. Tranquila: hay trucos para estar radiante que siguen funcionando en el mundo de los vivos: no olvides desmaquillarte bien con una limpiadora como 9 to 5 de Lush, echa mano de un exfoliante natural como el de Apivita y, ya puestas a elegir un sitio para volver a la vida, que sea junto al Mediterráneo. La nueva vela de Hierbas de Ibiza lo hará posible.